18-11-2020
Arianespace ha declarado que el fallo del lanzamiento se debió a que la etapa superior del cohete se descontroló debido a la instalación incorrecta de cables en un sistema de control.
Roland Lagier, director técnico de Arianespace, ha dicho que las tres primeras etapas del cohete Vega funcionaron normalmente después de despegar, y que la etapa superior se separó y encendió su motor.
Sin embargo, «inmediatamente después de la ignición» de la etapa superior, dijo, el vehículo comenzó a caer fuera de control. «Esta pérdida de control fue permanente, induciendo un significativo comportamiento de caídas, y luego la trayectoria comenzó a desviarse rápidamente de la nominal, llevando a la pérdida de la misión».
El análisis de la telemetría de la misión, junto con los datos de la producción del vehículo, les llevó a la conclusión de que los cables de dos actuadores de control del vector de empuje estaban invertidos. Los comandos destinados a ir a un actuador fueron en cambio al otro, provocando la pérdida de control.
«Esto era claramente un problema de producción y calidad, una serie de errores humanos, y no de diseño», dijo Lagier.
Arianespace convocará una comisión de investigación, presidida por el inspector general de la Agencia Espacial Europea, para confirmar la causa del fallo y recomendar medidas correctivas
Stéphane Israël, director ejecutivo de Arianespace, ha añadido que el fallo no afectará a los lanzamientos de otras misiones de Arianespace. La empresa tiene tres lanzamientos del Soyuz, dos desde Kourou y uno desde el cosmódromo de Vostochny en Rusia, programados hasta finales de año, y esos lanzamientos se realizarán mientras continúa la investigación del Vega. Añadió que la compañía será «100% transparente» sobre la investigación y el resultado.
La falla causó la pérdida de dos naves espaciales, el satélite de observación de la Tierra SEOSAT-Ingenio para España y el satélite TARANIS para Francia para estudiar los fenómenos electromagnéticos en la alta atmósfera.