Japón expresa formalmente su interés en unirse al programa F-35 como socio de pleno derecho

31-07-2019

Japón ha expresado formalmente su interés en unirse al programa F-35 como socio de pleno derecho, pero el Pentágono ha declinado la petición ya que, causaría nuevas tensiones entre la base de producción internacional y abriría la puerta para que otras naciones clientes demanden un mayor papel en el desarrollo de capacidades en el futuro del avión de combate.

japón F-35

El pasado 18 de junio, el Ministerio de Defensa de Japón se puso en contacto con la jefa de adquisiciones del Pentágono Ellen Lord, solicitando formalmente información sobre cómo Japón podría pasar de ser un cliente del F-35 a ser un miembro de pleno derecho del consorcio de la base industrial.

Ellen Lord se reunirá con funcionarios japoneses, y se espera que se plantee la cuestión de la adhesión, pero no se espera que sea aprobada, ya que la sociedad sigue limitada a la ola inicial de inversionistas del F-35.

Los socios del F-35 en 2007 reiteraron en un memorandum que sólo los socios que participaron en la fase de desarrollo del programa F-35 serían elegibles para seguir siendo socios durante las etapas de producción, mantenimiento y modernización.

Al Pentágono le preocupa que dejar que Japón se convierta en socio del programa lleve a otras naciones a exigir un acceso similar.

Hay dos niveles de participación en el programa F-35. Los miembros de primer nivel son considerados «socios» en el programa, lo que implica una participación directa en la oficina conjunta del programa. Esto incluye tener representantes nacionales estacionados en el JPO, sopesar las decisiones sobre las capacidades futuras y decidir cómo será la participación industrial en el futuro.

Y que la participación industrial es importante, ya que se espera que la construcción de las partes del avión que entran en la cadena de suministro mundial genere ingresos de miles de millones de dólares para los países socios durante la vida útil del programa. Los socios están formados por las primeras nueve naciones que firmaron el programa: Australia, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Italia, Noruega, Países Bajos, Reino Unido y Turquía.

El segundo nivel consiste en «clientes» para el avión, que comprende naciones que llegaron más tarde al programa. Estas naciones tienen menos participación industrial, carecen de poder de voto sobre cómo será el desarrollo futuro del avión, y no tienen funcionarios asignados al JPO.

Ese nivel está formado por Israel, Corea del Sur, Bélgica y Japón, pero podría expandirse en el futuro con Finlandia, Singapur y otras naciones.