La nave espacial CST-100 Starliner de Boeing ya está instalada en el cohete de ULA para el primer vuelo a la ISS

22-11-2019

La nave espacial CST-100 Starliner de Boeing, ya está conectada al cohete Atlas V de United Launch Alliance (ULA) que lanzará a la nave espacial en su primera prueba de vuelo a la Estación Espacial Internacional (ISS). El despegue del Complejo de Lanzamiento Espacial-41 desde la Estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral está previsto para el 17 de diciembre.

CST-100 Starliner
CST-100 Starliner. Foto: Boeing

El Starliner fue acoplado a la etapa superior del cohete en las instalaciones de Integración Vertical de ULA después de haber sido transportado desde el edificio de ensamblaje de Boeing en el Centro Espacial Kennedy de la NASA. El 15 de diciembre, dos días antes del lanzamiento, Starliner y su Atlas V se trasladarán finalmente a su plataforma de lanzamiento.

El Vicepresidente de Boeing Starliner, John Mulholland, ha dicho, «Nuestro equipo realizó con éxito el transporte y el acoplamiento de dos vehículos increíbles. La seguridad y el éxito de la misión se reducen a asegurar la integridad de cada paso a lo largo del camino. No podría estar más orgulloso del equipo Starliner y de la dedicación con la que se ha contado para llegar aquí hoy».

Combinados el Starliner y el Atlas V miden 52 metros de altura. El cohete genera alrededor de 1,6 millones de libras de empuje en el lanzamiento. El Atlas V, construido en Alabama, ha completado 80 lanzamientos con éxito desde el 2002.

El primer vuelo de Starliner a la Estación Espacial Internacional, que Boeing también construyó y mantiene para la NASA, transportará sólo carga para su estancia de pocos días en la ISS. La segunda prueba de vuelo, utilizando una nave espacial diferente, llevará al astronauta de Boeing Chris Ferguson, junto con los astronautas de la NASA Mike Fincke y Nicole Mann, a la estación para una misión más larga.

La cápsula reutilizable Starliner está siendo desarrollada en colaboración con el Programa de Tripulación Comercial de la NASA, que devolverá la capacidad de Estados Unidos para lanzamientos a una órbita terrestre baja desde suelo estadounidense por primera vez desde que Ferguson comandó la última misión del transbordador espacial en 2011.