19-09-2918,
El próximo 29 de octubre se inaugurará la primera fase del megaaeropuerto de Estambul que incluirá 3 pistas y una terminal que albergará hasta 90 millones de pasajeros al año. Una vez terminado, tras las cuatro fases de construcción, se espera que se convierta en el aeropuerto más concurrido del mundo, con un tráfico de hasta 200 millones de pasajeros al año. La puesta en marcha en 40 días estará empañada por una huelga tras el último accidente ocurrido en estos días.
El 29 de octubre, Día de la República de Turquía, la primera fase del nuevo aeropuerto de Estambul se abrirá a 35 kilómetros al norte del centro de la ciudad. Si bien el proyecto se completará en cuatro fases, la primera fase se abrirá con tres pistas y una terminal que puede acomodar hasta 90 millones de pasajeros al año, según iGA, la compañía responsable de operar el aeropuerto durante los próximos 25 años.
Dimensiones faraónicas
Un rasgo llamativo es el tamaño faraónico del nuevo aeropuerto, para el que se destinaron 7.650 hectáreas. A modo de comparación, la terminal de Atlanta, con cinco pistas, tiene 1.900 hectáreas, y el actual aeropuerto de Estambul no supera las 1.178 hectáreas.
Una vez terminado, el nuevo aeropuerto de Estambul será más grande que, por ejemplo, la isla de Manhattan. Con seis pistas, podrá albergar hasta 200 millones de viajeros al año, lo que lo convertirá en el aeropuerto que gestione el mayor volumen de pasajeros del mundo. El Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta posee actualmente ese título con 104 millones de pasajeros pasando por sus terminales en 2017, seguido de Beijing, por donde pasan 94 millones de pasajeros anuales.
Los 200 millones de pasajeros supone algo más de tres veces más de lo que actualmente gestiona el aeropuerto internacional de Ataturk, en Estambul, que en 2017 fueron 64 millones de pasajeros. Con esa cifra el viejo aeropuerto se encuentra sobrecargado, razón por la cual se decidió construir el nuevo centro de operaciones.
Erdogan pretende que Estambul se convierta en el nuevo centro de conexión entre Europa y América con Oriente Medio, Asia y África.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, está convencido que con esta nueva terminal que se hará con el nudo de las comunicaciones aéreas entre Europa y América con Oriente Medio, Asia y África, que actualmente ostenta Oriente Medio.
Una vez que se abra el nuevo aeropuerto, todos los vuelos se transferirán a él y el aeropuerto de Atatürk se convertirá finalmente en un parque público que se llamará el «Jardín del Pueblo», declaró Erdoğan a un medio turco .
El nuevo aeropuerto de Estambul costará, por lo menos, 22.100 millones de euros.
Una cifra que está suponiendo un lastre de momento para las finanzas del país, pero que una vez en marcha, las adjudicatarias de la primera nueva terminal aportarán 4.680 millones de euros anuales al gobierno turco, durante 25 años, como canon de la explotación del aeropuerto, según indica iGA.
Las huelgas y la inseguridad empañan la puesta en marcha
El proyecto no está exento de polémicas desde el primer día. No solo por haberse hecho con los terrenos expulsando a los aldeanos de sus tierras sino también porque muchas de las empresas constructoras que han recibido dinero público para construir el aeropuerto tienen estrechos vínculos con el Presidente Erdoğan.
El último incidente ha sucedido el pasado fin de semana. Cuando se convocó una huelga que fue violentamente reprimida por las fuerzas de seguridad turcas. Fueron encarcelados más de 400 manifestantes, aunque el lunes ya se pusieron en libertad 275 personas. La razón de la protesta de los trabajadores fue el accidente de un autobús de traslado, en el que 17 operarios fueron heridos, además de por las malas condiciones de los alojamientos y manutención.
Un suceso que fue la gota que colmó el vaso de los trabajadores y sindicatos que recuerdan que desde el inicio de las obras en 2015 han muerto 32 personas, aunque el gobierno turco rebaja la cifra a 27. En gran parte, los accidentes se deben al intenso ritmo de trabajo al que se ve obligado el consorcio constructor por la presión por parte del gobierno.
Más que un aeropuerto, una ciudad aeroportuaria
Las 7.650 hectáreas se van a destinar a levantar una ciudad aeroportuaria, con edificios de oficinas, hoteles, centros comerciales, un centro de convenciones y de exposiciones, clínicas privadas y una mezquita. Las ciudades aeroportuarias son la actual fórmula del sector de rentabilizar el espacio, por la que los ingresos extra aeronáuticos sean tanto o más importantes que la propia explotación de la terminal.
La nueva terminal se está construyendo para reflejar el estilo de las mezquitas y baños abovedados de Estambul. Y la forma de la torre de control de tráfico aéreo está inspirada en un tulipán, uno de los símbolos tradicionales de Estambul.
Uno de los hoteles previstos será un Yotel, una cadena hotelera con hoteles localizados en diferentes aeropuertos cuyas habitaciones son habitaciones cápsula, más pequeñas que las de los hoteles tradicionales. Contará cone 451 habitaciones. Este será su quinto hotel, junto con los que tiene en Heathrow y Gatwick, Amsterdam Schiphol y Charles de Gaulle.
