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Por: Alejandro Crespo Leboreiro
Porque eso es lo que casi puede ocurrir (y me incluyo), como no se tengan las cosas claras desde el principio. ¿Cuántos de vosotros, coleccionistas, veis vuestra colección de aviones al cabo de un tiempo y pensáis -Por qué habré comprado este modelito entonces-?”, es decir, nos hemos aburrido de él y eso que lo compramos hace sólo unos meses con toda la ilusión.
Hay dos tipos de compras del tipo “Madre mía, seré calamar”. La primera es la del “lo quiero ya”, ya sea porque resulta muy bonito, porque hayas volado en él como pasajero, porque te recuerde un hecho de tu vida o simplemente crees que en el futuro puede ser interesante tenerlo para revender.
La segunda es el provocado por lo que en psicología se conoce como “Principio de Skinner”, según el cual necesitamos satisfacer nuestro apetito de forma fácil, y dado que al principio de un proceso avanzar resulta relativamente fácil, nos cuesta aceptar que se complique en avanzados estadios.
Pongamos que estamos completando la serie de libreas “One” de Southwest. Hay 10, ocho de los cuales son relativamente sencillos de conseguir. Pero hay dos con losa que puedes tirarte años para conseguirlos. A punto he estado de pagar por uno de esos dos 200 USD. Al final no lo hice.
A lo que vamos. ¿Cómo orientar nuestra colección? Muuuy complicado, cada coleccionista es un mundo y según cada uno, el mercado se compone de infinitos universos paralelos. Voy a intentar dar unas pautas.
Lo primero que debemos asumir es que no se puede abarcar todo. Tenemos que ceñirnos a lo que podemos tener, no a ”todo lo que nos gustaría tener”. El intentar coleccionar todo acaba frustrando, es imposible coleccionarlo todo.
Pongámonos un criterio de coleccionismo: aviones de un país, de cierta compañía, un avión que nos gusta en sus diferentes libreas y compañías o colecciones de ciertas compañías que son muy atractivas por tener diferentes libreas en la misma aerolínea. Ejemplos de estas últimas son las Southwest, JetBlue, Air Asia, Air New Zealand “El Señor de los anillos”, o Qantas Flying Art.
Personalmente yo colecciono todo lo que salga de España, India y México por razones personales. Pero luego tengo mis aerolíneas fetiche: QANTAS, Air New Zealand, Etihad, Airbus Industries, etc. Y luego, ya me voy a por modelos aislados: aviones con libreas de F1, fútbol, especiales, conmemorativas, juegos olímpicos…. Bastante acotado lo tengo y aun así me vuelvo loco.
Lo segundo que debemos asumir y nunca saltarnos es cuánto vamos a pagar. No todo vale todo.
Hay dos tipos de compras: la de lanzamiento de modelo o la de modelo ya lanzado. En el primer caso elijamos un proveedor online de confianza. Yo tengo tres: uno en Europa y dos en EEUU (hace bien poco mandé a freír churros a un tercero de EEUU por querer contarme los de los huevos de la gallina de oro en inglés).
Para comprar modelos ya lanzados pero que ya no están en tiendas… ¡Aaaaamigo! ¡Con el libre mercado hemos topado! Esto es el juego de oferta y demanda en estado puro.
¿Más modelos del que yo quiero en el mercado? Y con buen precio, ¿Poquitos? Pues o pagar mucho, o a tener la paciencia de santo que se requiere en esta afición hasta que llegue nuestra oportunidad de adquirir nuestro modelo soñado por no más de lo que decidimos. Paciencia que todo llega.
Tengo un B-727 de Iberia en librea de 1980, EC-CFG, el cual llevaba buscando 7 años pero todas las subastas terminaban rondando los 170-250 EUR. Y yo seguía buscando y buscando. Hasta que un día apareció una subasta que como tantas otras empezaba por 15 USD. Yo puse puja máxima 17,5 USD. Pues al cabo de una semana me lo llevé como único pujador. ¿Golpe de suerte, premio a la paciencia?
No he mencionado que todo esto yo lo hago por eBay.com, el internacional.
Gracias por vuestra paciencia y en la siguiente entrega os hablaré de cómo dominar el universo de modelos existentes y no…. en el intento.
Un abrazo a todos.
