Rolls-Royce está considerando centrarse en motores para aviones de fuselaje estrecho

06-12-2020

El gigante británico de la ingeniería, Rolls-Royce, cree que el sector de los aviones de fuselaje ancho experimenta una importante caída, y por ello, la empresa que se enfrenta a importantes dificultades financieras, considera que centrarse en el mercado de los aviones de fuselaje estrecho es el camino acertado para sobrevivir a la crisis actual.

Rolls-Royce
Trent 7000 de Rolls-Royce

El fabricante de motores ha comenzado negociaciones con Airbus con el objetivo de proporcionar motores de hidrógeno para aviones de fuselaje estrecho que Airbus planea producir para el año 2035. Con esta medida, Rolls-Royce busca mantener la demanda del mercado para sus servicios.

El fabricante de motores trabaja en su reciente proyecto de desarrollo de motores para reactores UltraFan, cuyas pruebas en tierra deberían comenzar en 2021. Sin embargo, debido a la pandemia, Rolls-Royce se vio obligado a posponer la entrada del UltraFan al servicio hasta finales de 2030 en lugar de 2025.

El Jefe de Ingeniería y Tecnología de Rolls-Royce, Simon Burr, ha explicado que el fabricante de motores busca adaptarse a los cambios del mercado y espera que, mientras que los motores de la familia Trent sólo impulsan aviones de fuselaje ancho, el UltraFan podría convertirse en un motor adecuado para «todo el espectro» de tipo de aeronave.

Buur, ha explicado «Queremos estar en una posición en la que cuando alguien lance un nuevo producto seamos creíbles, sea cual sea ese mercado. No nos excluimos de ninguna parte del mercado actual porque la evolución en la década de 2020 podría ser realmente muy emocionante.»

Según Rolls-Royce, los álabes del UltraFan, que se utilizarían en la nueva generación de motores de avión de cuerpo estrecho, están hechas de cientos de capas de fibra de carbono que están pre-rellenadas con material de resina. Con estos avances y la nueva tecnología aplicada, se disminuye el peso total del motor en casi 700 kg, lo que disminuye el consumo de combustible en un 25%.

A principios de noviembre de 2020, Rolls-Royce anunció que debido al impacto económico de la pandemia COVID-19 en las finanzas de la empresa, se completarían 1.400 recortes de puestos de trabajo. Los despidos forman parte del importante plan de reestructuración de Rolls-Royce que debería ayudar a la empresa a reducir la base de costes para «salvaguardar el futuro de Rolls-Royce volver a alcanzar el punto de equilibrio» y «trabajar en pos del objetivo de alcanzar un flujo de caja positivo en la segunda mitad de 2021».

En agosto de 2020, la empresa informó de que había sufrido una pérdida antes de impuestos de más de 7.000 millones de dólares en la primera mitad de 2020.