23-11-2017
El primer satélite radar de fabricación 100% española, ya está preparado para su traslado a la base norteamericana de Vandenberg (California). La fecha prevista de lanzamiento, dependiendo de las condiciones técnicas y climatológicas, es entre el próximo 30 de enero y 5 de febrero.
El satélite radar de alta resolución para la observación de la Tierra PAZ, que inicialmente se dedicará a tareas civiles y militares, dice así su último adiós a España.
El satélite PAZ supone un hito para la industria espacial española y representa un caso de éxito de colaboración público-privada, entre la Administración Pública, la empresa y la universidad. Hisdesat, el operador español de satélites gubernamentales, ha dirigido un proyecto formado por quince empresas y tres universidades, siendo Airbus el contratista principal.
Como novedad, dispone de un instrumento radar avanzado diseñado para aportar una alta flexibilidad y permitir operar en diversos modos, de forma que se puedan seleccionar diferentes configuraciones de imágenes, de hasta 25 cm. de resolución, de día y de noche, independientemente de las condiciones meteorológicas. PAZ orbitará alrededor de la Tierra 15 veces al día y cubrirá un área de más de 300.000 km cuadrados a más de 500 km de altitud, viajando a una velocidad de siete kilómetros por segundo.
Por primera vez se podrá realizar una fusión de datos SAR (radar de apertura sintética) y AIS (sistema de identificación automática) captados de forma simultánea. De esta forma se podrá disponer de la mejor monitorización posible del entorno marítimo en todo el mundo. También estará provisto de un experimento de radio ocultación y precipitación extrema del Instituto de Ciencias del Espacio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Por primera vez se realizarán medidas de radio ocultación para detectar y cuantificar precipitaciones intensas.
Foto: Miguel Ángel Panduro, CEO de Hisdesat
Con PAZ, un proyecto iniciado en 2007, España entrará a formar parte de las naciones europeas más avanzadas tecnológicamente, un club que hasta ahora sólo está formado por Alemania e Italia. Una vez lanzado, en seis meses estará preparado al 100% para ofrecer plenas capacidades. Su uso, a parte de las aplicaciones civiles, responde a la demandas estratégicas relacionadas con la defensa y la seguridad nacional. Además, como parte de un ambicioso programa espacial, contribuirá en Copernicus, la iniciativa europea de supervisión mundial del medio ambiente y la seguridad. El próximo proyecto nacional, denominado INGENIO, está orientado a las soluciones ópticas, servirá como complemento al radárico y está planificado para estar en órbita dentro de dos años.
