Una empresa danesa desarrolla un sistema anti drones para usarlo en estadios y cárceles

20-09-2017

Ya se sabe que los drones tienen un futuro brillante cuando se trata de actuar como portadores de otros objetos, pero sin embargo, los drones, por desgracia, también pueden utilizarse para fines ilegítimos.

En Iraq, el Estado islámico ha estado utilizando aviones teledirigidos con explosivos en el campo de batalla, incluso servicios de seguridad e inteligencia han advertido que aeronaves no tripuladas podrían utilizarse para llevar a cabo ataques terroristas en zonas urbanas. De momento, en Dinamarca ya se han producido casos en los que se ha intentado introducir contrabando para los internos en una prisión por medio de UAVs y no es el único país que ha sufrido problemas en sus cárceles, Reino Unido también ha reportado más de un caso en este sentido.

Debido a estos problemas de seguridad, las contramedidas para contrarrestar el uso ilegal de drones son muy solicitados.

Christian Stenø y Mikael Klitgaard, de MyDefence Communication
Christian Stenø y Mikael Klitgaard, de MyDefence Communication

La empresa danesa MyDefence Communication se ha especializado en desarrollar varios sistemas de interferencia de drones que combinan con otras soluciones procedentes de otro experto en defensa, Lockheed Martin, los cuales ya han sido presentados a la OTAN. Gracias a esto, MyDefence Communication ha recibido apoyo del programa Horizon 2020 de la Unión Européa, cuyo objetivo es mejorar la investigación y la innovación en cuestiones de seguridad, prestando apoyo a las pruebas de los sistemas en dos prisiones y dos estadios de Dinamarca e Inglaterra, respectivamente.

Según afirma Christian Steinø, CEO de MyDefence Communication, “esperamos poder demostrar nuestro sistema a mayor escala. La tecnología está en marcha, pero con el proyecto de la UE tendremos la oportunidad de optimizarla y prepararla para la salida al mercado.»

El sistema anti-dron, conocido como KNOX, controla el espacio aéreo sobre un sitio específico, y si un objeto extraño entra en él, inmediatamente por encima del sitio, se inicia una interferencia que impide que el operador de drones controle el aparato. Al mismo tiempo, muestra por medio de una alarma visual dónde se encuentra el operador del dron interferido.

Hasta aquí nada nuevo, pero se está trabajando en afinar el sistema para encontrar una señal específica procedente de un dron en un estadio donde hay miles de otras señales radio magnéticas, como puedan ser entre otras, teléfonos móviles y radios portátiles a los que no se quiere interferir.

Posteriormente, la señal específica del UAV debe manipularse de manera que se aleje o se le impida, por ejemplo, utilizar una cámara para transmitir imágenes o cualquier otro fin.

Christian Steinø, socio de la empresa comenta, “consideramos que la tecnología detrás de KNOX es un cambio de juego porque no nos limitamos a interceptar señales, como lo hacen las soluciones actuales en el mercado, sino que somos capaces de interferir la señal del dron y bloquearla.»

La solución de interferencia puede ampliarse o reducirse dependiendo del tamaño del sitio a cubrir con la misma. Es relativamente barata y está destinada principalmente a lugares donde se reúnen grandes multitudes de personas o donde se ubica una infraestructura crítica, por ejemplo, una central eléctrica, un estadio deportivo o una cárcel con reclusos peligrosos.