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Por: Luis Martín-Crespo
Hemos tenido la oportunidad de emular a Chesley «Sully» Sullenberger, el comandante del vuelo United Airways 1549 que amerizó con el A320 en el Rio Hudson.
No, no hemos amerizado nosotros también, o si, porque hemos tenido la oportunidad de probar que se siente en un simulador de Airbus 320 cuando se te apagan todas las pantallas de abordo, te quedas sin control del avión y además no llegas al aeropuerto que el controlador te propone teniendo que amerizar en el rio… toda una aventura con la adrenalina a tope, ahora lo podemos decir.
La experiencia comienza antes de entrar en el centro de simuladores que Simloc Research tiene en el Aeropuerto de Madrid Cuatro Vientos… la cabeza ya está pensando: ¿seré capaz de emular a Sully y no “matarnos”?? ¿lo haré todo bien? Un sinfín de preguntas que te vienen a la mente sin querer y sin haber siquiera aún pisado el simulador. Y todo ello porque queremos demostrar nuestra destreza con el avión…
Nos recibe Javier, el instructor, y nos lleva al simulador donde nos hace un briefing al completo de los instrumentos del Airbus y de los sistemas. Nos muestra cómo sería un fallo de fuego en un motor y suena la alarma. La apagamos y seguimos con el briefing. También vemos los sistemas eléctricos e hidráulicos.
Realizamos un vuelo de familiarización para hacernos al avión… Despegamos de La Guardia (KLGA). 140kt, rotate, 15º morro arriba y tren arriba. Flaps up…. Ya estamos en el aire…
Nos hacemos con los mandos, viramos a un lado y al otro, subimos y bajamos el morro y aprendemos las reacciones del Airbus 320. Ahora viene la parte “divertida”… a ver si somos capaces de aterrizar en La Guardia… cosa que hacemos como podemos.
La experiencia
Ahora comienza la auténtica experiencia, a lo que hemos venido, a “amerizar en el Hudson”… Javier nos enseña la documentación del vuelo y el perfil que siguió el vuelo de Sully, y después nos ayuda a programar la MCDU del avión con la ruta “prevista” que el vuelo 1549 tenía que realizar ese día de enero 2009.
Colocados de nuevo en pista, preparados para despegar… ya estamos listos para ser Sully por 208 segundos (que es lo que duró ese vuelo).
Terminamos la lista de comprobación en el ECAM antes del despegue:
AUTOBRK: MAX
SIGNS: ON
CABIN: CHECK
SPLRS: ARM
FLAPS: T.O.
Y finalmente verificamos… “TO no blue” y quitamos el “parking brake” que teníamos aplicado. Listos para despegar.
Nos autorizan y aplicamos TOGA y el avión comienza a acelerar, nuestra speed tape y la flecha amarilla de tendencia a subir… 80 kts check, 130kt, 140, V1, rotate… nos vamos al aire, positive climb, gear up! Seguimos ascendiendo, flaps up. Ya estamos volando…
Aproximadamente a 3000 pies de altura, se nos apagan las pantallas del avión y nos quedamos “a ciegas”… y los motores apagados, ¿y ahora qué hacemos?
Comprobamos con los instrumentos de “stand by” que la tierra se acerca cada vez más y muy deprisa… Nos vamos al over head panel y arrancamos la APU… Segundos eternos, “uff esto no arranca nunca”… no hay tiempo que perder… “¡nos vamos al Hudson!”.
Teniendo algo más de control sobre el avión, intentamos planear lo máximo posible mientras decidimos el mejor sitio del río… ajustamos la actitud del avión en función de la velocidad y la altura y conseguimos llegar al rio en condiciones óptimas.
Ya sólo nos queda lo más difícil… amerizar.
Amerizaje
Sabemos que hay que “entrar” lo más plano posible (con un poco de morro alto) y que cualquier inclinación puede hacer que nuestra experiencia se vaya al traste, así que ponemos nuestra máxima atención en que no se caiga demasiado ni la velocidad ni el ángulo de inclinación para el amerizaje. A buscar el coeficiente de máximo planeo de este planeador de 60 toneladas…
Nos vamos acercando, el avión sigue bajando y el río se acerca cada vez más. Sacamos un punto de flap, y seguimos nuestra maniobra…
Listos para amerizar… últimos segundos de nuestro vuelo y… ya estamos flotando, ¡lo hemos conseguido!!! Igual que hizo Sully.
Amerizaje y experiencia completada… Nos sentimos satisfechos y orgullosos de haberlo realizado. Pero de fácil no tiene nada. Aun así animamos a todo el mundo a probar esta magnífica experiencia en Simloc Research y a demostrar su destreza con el A320 convertido en un planeador…
¡Felices vuelos!
