Por: Juan Pons
Un cuatrirreactor de bandera rusa Antonov An-124-100 Ruslan es el encargado de trasladar hasta la Guayana francesa al satélite óptico Ingenio fabricado en Madrid y la plataforma científica francesa Taranis, su compañero de viaje al espacio,
La base aérea de Torrejón, en las inmediaciones de Madrid, ha sido el escenario elegido para embarcar al satélite español Ingenio y proyectarlo hasta el aeropuerto guayanés de Cayena, a unos 65 kilómetros de la base espacial de Kourou.
La operación que da inicio a la campaña de lanzamiento del primer satélite óptico de observación español de propiedad gubernamental ha tenido lugar en la tarde del miércoles, 23 de septiembre. Técnicos de la compañía de carga aérea rusa Volga-Dnepr propietaria del Antonov An-124-100 Ruslan y de Airbus Space Systems en España ‒contratista principal de Ingenio‒ han supervisado todo el proceso.
Con la presencia del ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, la carga se ha producido ante el presidente de Airbus España, Alberto Gutiérrez; el director de Airbus Space Systems en España, Fernando Varela; la directora de Estrategia, María del Mar Fernández y el director del proyecto, Oriol Álvarez, responsable máximo del satélite.
En las palabras que Alberto Gutiérrez ha pronunciado, ha destacado que se trata de “la primera fase” de un viaje que pondrá en órbita “tecnología puntera española”, que es el resultado “de 64 años en los cuales Airbus ha cimentado su capacidad para el desarrollo y construcción de grandes satélites y sistemas de lanzadores”.
Alberto Gutiérrez también ha querido resaltar que el espacio es “el presente y el futuro de un mundo sostenible, seguro y unido” y que Airbus es una empresa “impulsora del sector espacial que genera trabajo y riqueza tecnológica”.
Comienza la campaña de lanzamiento en Kourou
Como responsable de la factoría madrileña donde Ingenio ha sido diseñado y fabricado, Fernando Varela afirma que ver despegar el avión que traslada Ingenio a la base espacial de Kourou supone “una enorme satisfacción para todos los equipos que en Barajas han hecho realidad el satélite, al igual que para el conjunto de la industria espacial española que ha participado en el proyecto”. Con el inicio hoy de la campaña de lanzamiento del satélite, si no surgen incidencias serias, “por fin tenemos el momento del despegue al alcance de la mano”.
El avión debe remontar el vuelo en torno a las 24:00 horas del mismo día 23 de septiembre con rumbo a la Guayana francesa, para cubrir en unas 9 horas un trayecto de más de 6.200 kilómetros, en su inmensa mayoría sobre el Atlántico Norte. Con una diferencia horaria respecto a Madrid de -5 horas, el aterrizaje en Cayena deberá producirse en la madrugada del 24 de septiembre, hora de Guayana, alrededor de las 9 de la mañana, hora peninsular española
Una vez el An-124-100 en tierras sudamericanas, ambos satélites serán descargados y montados en camiones especiales. Un convoy los trasladará hasta la base espacial de Kourou, donde les espera un equipo de técnicos de la factoría de Barajas de Airbus Space Systems, que durante los primeros días verificarán que Ingenio ha llegado a su lugar de lanzamiento en las mismas condiciones en que fue depositado a bordo del avión de carga.
El grupo está integrado por una decena de personas de diferentes especialidades, que partieron de España el día 18 de septiembre para poder recepcionar in situ el satélite y apoyar a los técnicos de Arianespace ‒la compañía responsable de su puesta en órbita‒ en las diferentes tareas. Las operaciones deben culminar con su despegue el día 18 de noviembre a bordo de un cohete europeo Vega en su misión número 17 (VV17), que lo debe posicionar a 670 kilómetros de altura.
Financiado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), entidad pública empresarial dependiente del ministerio de Ciencia e Innovación, Ingenio forma parte del Programa Nacional de Observación de la Tierra por Satélite (PNOTS), cuyo primer eslabón es el satélite radar SAR Paz, puesto en órbita en febrero de 2018 y en servicio desde septiembre del mismo año.
La industria espacial española con Ingenio
Inicialmente bautizado SeoSat ‒acrónimo del inglés Spanish Earth Observation Satellite‒, es un satélite óptico de alta resolución cuyas imágenes servirán al Instituto Geográfico Nacional, a los ministerios de Agricultura, Industria, Transportes e Interior y a otras entidades oficiales y privadas para un elevado número de aplicaciones en el ámbito geográfico del territorio español, Europa, Iberoamérica y el norte de África.
Con un peso del orden de los 700 kilos y basado en la plataforma Astrobus AS250, la misma del satélite científico CHEOPS de la Agencia Espacial Europea ‒también construido en su integridad por Airbus España en Madrid‒, su materialización ha sido posible gracias a la conjunción de los esfuerzos de un consorcio industrial de 11 empresas españolas liderado por Airbus Defence and Space España como contratista principal del programa.
Entre quienes lo han hecho posible se encuentra SENER Aeroespacial, que ha puesto a punto el instrumento óptico de 130 kilos, que aporta a las imágenes obtenidas por el satélite una resolución de 2,5 metros en el canal pancromático (blanco y negro) y de 10 metros en las bandas multiespectrales (color), con una capacidad de obtención de hasta 600 imágenes diarias y una cobertura de 2,5 millones de km2/día.
Thales Alenia Space España se ha centrado en la electrónica de las cámaras del instrumento óptico, adquisición y transmisión de datos y comunicaciones, así como su control térmico. También ha aportado su tecnología Airbus CRISA (unidades electrónicas de potencia), Indra (contratista principal del segmento terreno), GMV (sistema de control de operaciones de vuelo), IberEspacio (mantas eléctricas), Elecnor Deimos Space (cadena de procesado de imágenes), GTD (software embarcado y herramientas de validación en tierra) y HV Sistemas (pruebas de compatibilidad).
Previamente al embarque en Torrejón, el avión ruso había cargado en el aeropuerto de Toulouse al micro satélite científico Taranis, de la Agencia espacial francesa. De 152 kilos, acompañará a Ingenio en el lanzamiento VV17 de Vega para ser colocado a 700 kilómetros de altura y observar los llamados fenómenos luminosos transitorios, descargas luminosas y electromagnéticas ocultas por las nubes pero que son un peligro potencial para el tráfico aéreo.