Por: Juan Pons
Los retrasos que se acumulan en el desarrollo del Ariane 6 y no las demoras a causa de la pandemia trasladan su vuelo inaugural a 2021, como muy pronto.
El nuevo lanzador espacial europeo Ariane 6, el que debe ser el heredero del eficiente pero costoso Ariane 5, no efectuará su vuelo inaugural en lo que resta de 2020.
l máximo responsable de ArianeGroup desde principios de 2019, el francés André-Hubert Roussel, en unas recientes declaraciones al periódico Le Figaro, ya ha dejado caer que “es muy probable que el primer vuelo de Ariane 6 se posponga para el año 2021”.
HISPAVIACIÓN ha podido saber que, desde hace más de un año, la Agencia Espacial Europea (ESA), su Dirección de Lanzadores y prácticamente todo el sector espacial europeo es consciente que el primer vuelo del Ariane 6 era imposible que se llevara a cabo en 2020, como se venía anunciando desde hace años.
Ni las diferentes estructuras y etapas del lanzador, ni todos sus varios motores, ni buena parte de sus sistemas y equipos de a bordo han sido evaluados en su versión final. Ni siquiera están ensamblados y probados para volar y poder asumir los riesgos que conlleva todo primer disparo de un nuevo vector espacial.
Tampoco está a punto el complejo de lanzamiento desde el que tiene que despegar, que se está levantando en el Centro Espacial de la Guayana, en Kurú, y que ocupa una superficie de 400 hectáreas.
Los retrasos se acumulan
El presidente ejecutivo de ArianeGroup, André-Hubert Roussel, justifica el que será su próximo anunció oficial respecto al Ariane 6 con el argumento de que la pandemia del coronavirus COVID-19 ha causado “interrupciones vinculadas con el establecimiento de una nueva organización de trabajo en Europa y en Guayana para respetar las barreras y el distanciamiento social, lo que genera demoras que trataremos de compensar, así como una pérdida de eficiencia y costos adicionales”.
También ha confirmado que la plataforma de lanzamiento tenía que estar lista “en el verano de 2020, para dar comienzo a las pruebas combinadas entre Ariane 6 y las nuevas instalaciones. Pero es poco probable que se cumpla este cronograma debido a los dos meses y medio de paro laboral. No tuvimos demoras comprobadas antes de la crisis de COVID-19, pero teníamos poco margen”.
Sin embargo, las previsiones de la Agencia espacial francesa (CNES) no se corresponden con las afirmaciones de André-Hubert Roussel. Como responsable de las obras en Guayana, el CNES afirmaba en diciembre de 2018 que la revisión de calificación técnica del complejo de lanzamiento tendría lugar “en septiembre de 2019”, el comienzo de los ensayos combinados “en octubre de 2019” y el vuelo inaugural “en julio de 2020”.
No consta siquiera que el primero de los hitos anteriores se haya cumplido, lo que supone que los retrasos suman en torno a un año. Pero las demoras en las previsiones es algo habitual en el sector espacial debido a la complejidad del conjunto de actividades y problemas que hay que afrontar. No caben sustos al respecto.
Es cierto que la propagación de la pandemia de coronavirus obligó a las autoridades de la Guayana francesa, de acuerdo con la Agencia Espacial francesa (CNES) y la ESA, a dejar en mínimos las actividades en la base espacial de Kurú a partir del 16 de marzo, y que la compañía de servicios de lanzamiento Arianespace tuvo que suspender los despegues que ya tenía en marcha.
A la espera del anunció de la ESA
Pero el Centro ya ha vuelto a retomar su actividad normal de forma gradual a partir del 11 de mayo ‒lo que supone unos dos meses de inactividad‒ y ya está programado un nuevo despegue para el próximo mes de junio. De ser los retrasos por la pandemia la causa real del conjunto de demoras, el vuelo inaugural del Ariane 6 sería razonable que tuviera lugar en el primer semestre de 2021, algo que no parece que se vaya a cumplir.
Por el momento, ni el director de la Agencia Espacial Europea (ESA), el alemán Jan Woerner, ni Daniel Neuenschwander, el suizo que desde hace 4 años está al frente de su dirección de Lanzadores, han confirmado, desmentido o matizado la afirmación de André-Hubert Roussel sobre el previsible retraso del Ariane 6.
Hay que tener en cuenta que la ESA es la principal fuente de financiación ‒el 89%‒ de un proyecto cuyo desembolso total se sitúa en el entorno de los 3.600 millones de euros, de los que el 11% restante lo asume ArianeGroup y sus socios de la industria espacial europea, entre los que se encuentran diversas empresas españolas, principalmente Airbus Space Systems en España y Airbus CRISA.
Es muy posible que la ESA asuma la realidad del Ariane 6 en su próxima reunión de alto nivel, que va a tener lugar en su sede central de París los días 23 al 24 de junio, una vez tenga en su poder los últimos informes relativos al impacto del coronavirus sobre la marcha del nuevo lanzador europeo, su fabricación y las obras en Guayana. En los orígenes del programa allá por los primeros años de la década de 2010 se fijó la entrada en servicio del Ariane 6 para 2020. Luego se situó en julio de ese año, fecha que continuaba siendo la oficial en diciembre de 2018. Pero en 2019 ya se empezó a hablar de finales de 2020. Incluso a finales de abril de este año, poco antes de reabrir el Centro Espacial de Guayana, la ESA y ArianeGroup seguían hablando de modo oficial de finales de 2020.