30-03-2022
En el año 2010, el gobierno canadiense tomó la decisión de adquirir 65 cazas F-35A por el precio de 8.600 millones de dólares. Desde entonces, el país ha invertido alrededor de 613 millones de dólares en el desarrollo del caza de quinta generación y participa también, en su fabricación.

A finales del pasado mes de noviembre de 2021, Boeing abandonó la competición de sustitución de los envejecidos F-18 de su fuerza aérea por los nuevos Super Hornet F-18 al ser descartado por el Ministerio de Servicios Públicos y Adquisiciones de Canadá, sin especificar qué requisito no se cumplía.
Ya en el marzo de este año 2022, la administración canadiense anunció que confirmaría la elección.
Anita Anand, ministra de Defensa Nacional, dijo al respecto, «Es fundamental que los pilotos actuales y futuros de la Real Fuerza Aérea Canadiense cuenten con los equipos más avanzados disponibles para garantizar que puedan cumplir con el importante trabajo que les pedimos. Este proyecto de adquisición para la RCAF, el mayor en más de tres décadas, contribuirá a garantizar que Canadá pueda seguir defendiendo América del Norte, mejorar nuestra soberanía en el Ártico y cumplir nuestras obligaciones con la OTAN y el NORAD frente a las amenazas actuales y emergentes. Los canadienses pueden confiar en que este proceso competitivo ofrecerá los mejores resultados para nuestras Fuerzas Armadas canadienses en las próximas décadas».
Se espera que se inicien las negociaciones con Lockheed Martin para la adquisición de 88 cazas F-35A y su equipamiento y armamento asociado, un acuerdo valorado en 19.000 millones de dólares. Los contratos definitivos deberían firmarse a finales de 2022, y la primera entrega está prevista para 2025.