24-05-2022
Connect Airlines tiene previsto iniciar sus operaciones en el segundo trimestre de este año con aviones DeHavilland Q-400, pero luego tiene planes para empezar a reemplazarlos por el mismo tipo de avión, pero usando pila de combustible de hidrógeno.
La compañía que pertenece a la empresa Waltzing Matilda Aviation (WMA) tiene la intención de realizar vuelos regulares de pasajeros entre el aeropuerto Billy Bishop de Toronto y el Medio Oeste y destinos del noreste de EE.UU.
De momento, WMA ha firmado acuerdos de arrendamiento para cinco DHC-8-Q400. Los dos primeros se alquilan a Chorus Aviation y ya han sido entregados. Los otros tres procederán de Nordic Aviation Capital. Si los vuelos de prueba y la posterior certificación tienen éxito para entonces, los planes serán comenzar a operar en el segundo trimestre de este año.
Durante los primeros años de vuelo, la compañía tiene previsto alquilar todos sus aviones, aunque el número exacto no está claro. Sin embargo, tras las primeras etapas de operaciones, tiene previsto adquirir una flota de 15 DHC-8-300 eléctricos de hidrógeno de prueba. A continuación, está previsto adquirir 100 Dash-8-Q400 usados, que se reequiparán con propulsión de pila de combustible de hidrógeno.
Para ayudar a facilitar el combustible a todos esos turbohélices respetuosos con el medio ambiente, la AMM ha invertido 50.000 dólares en la empresa facilitadora de hidrógeno Universal Hydrogen. (A cambio, UH ha hecho una inversión recíproca de 50.000 dólares en la aerolínea).
Pero la intención más impresionante es la adquisición prevista de 400 nuevos ATR72E, que se entregarán a un ritmo de seis aviones al mes. De este modo, Connect Airlines operaría una flota alimentada por hidrógeno en un plazo de diez años, «que se desplegaría en segmentos de corta distancia de alto rendimiento».
