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22-09-2021. Por Juan Pons
El principal proyecto de Sistema Aéreo Remotamente Pilotado del ministerio de Defensa ha volado de manera oficial en el Centro de Investigación Aeroportada de Rozas (Lugo)
El director del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), el teniente general del Aire José María Salom, ha efectuado la presentación oficial del Milano, el mayor proyecto español de Sistema Aéreo Remotamente Pilotado o RPAS, por su acrónimo en inglés.
La puesta de largo del Milano se ha efectuado en la mañana del miércoles, 22 de septiembre, ante la secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro, que es la responsable de dirigir, impulsar y gestionar las políticas de armamento y material, al igual que la investigación, el desarrollo y la innovación industrial. El escenario elegido ha sido el Centro de Investigación Aeroportada de Rozas (CIAR) localizado en Castro de Rei, a unos 32 kilómetros de Lugo (Galicia).
Las explicaciones sobre la importancia que representa el Milano han corrido a cargo del general José María Salom, que ha querido poner de relieve que el dron en proceso final de desarrollo ha ido incorporando las novedades tecnológicas, va a ser “certificado de la A a la Z”, y su resultado final mostrará que es “un buen producto, a coste muy competitivo y que no tendrá nada que envidiar a modelos semejantes”.
La presentación estática ha sido seguida por un vuelo de demostración a cargo de la versión 1.0 del aparato, que ha rodado en modo automático hasta cabecera de pista y ha levantado el vuelo a las 11:53 horas de un día ventoso. Ha evolucionado en el aire a baja altitud en torno a 10 minutos y ha aterrizado también en modo automático sin novedad.
Construido en fibra de carbono, con una longitud de 8,2 metros y una envergadura de 12,5 metros, el Milano es la mayor iniciativa acometida por el Instituto en el marco de los RPAS. La puesta en marcha del proyecto se remonta a más de una década atrás y obedece a la voluntad de hacer realidad “un RPAS avanzado de fabricación nacional tipo III fiable y seguro”, explica Rafael González Armengod, director de Sistemas Aeronáuticos del INTA. A partir de ahora se pretende agilizar su desarrollo final y concluir el proyecto inicial de I+D+i.
Con el Milano se quiere obtener un “sistema RPAS propio del Instituto”, con capacidad de llevar a cabo una amplia variedad de cometidos civiles y militares en España y el extranjero, entre ellos “misiones de patrulla marítima y, por ejemplo, efectuar rutas de ida y vuelta entre la península y Canarias”, detalla el general Salom.
20 horas continuadas de vuelo
Con la cola en V, el Milano está concebido para volar por encima de los 24.000 pies (6,1 kilómetros), desarrollar una velocidad máxima en torno a los 130 nudos y estar alrededor de 20 horas continuadas en el aire. El proyecto se encuentra en la fase que se denomina “de apertura de envolvente”, recalca González Armengod, lo que quiere decir que están en evaluación “nuevas capacidades, exigiéndole cada vez más, hasta llegar al límite de las especificaciones definidas previamente definidas”.
Lo más destacable es que el sistema de control de vuelo, el corazón del sistema, es un desarrollo del INTA. La labor humana se reduce a supervisar, programar y, en su caso, enviar comandos. La aeronave está preparada para despegar y aterrizar en pistas semi preparadas o asfaltadas de longitud menor a los 1.000 metros, “lo que le hace muy competitivo”.
El proyecto se encuentra en las etapas finales de los ensayos de su seguridad en vuelo y de sus limitaciones meteorológicas, de cara a verificar como le influye el viento de cara o el cruzado y su comportamiento en cuanto a techo y velocidades, “lo primero para poder ser certificado”. Incluye incrementar su tolerancia frente a los fallos. “Queremos lograr que en caso de que se produzca un fallo, el sistema sea tolerante a los error y siga funcionando”, destacan en el INTA. En campañas posteriores se procederá a las pruebas de seguridad en las comunicaciones en sus distintas variantes, incluidos los enlaces vía satélite en banda X y Ka.
El equipo que afronta el proyecto ya trabaja en la versión 1.1, que incorpora pequeñas modificaciones. Son mejoras que no cambian su aspecto interno, entre las que destaca una planta motriz Rotax 915, de mejores prestaciones en cuanto potencia y que permite alcanzar los mismos parámetros que el modelo anterior pero con un consumo menor de combustible, lo que aportaría al Milano mayor autonomía o la posibilidad de embarcar carga útiles de mayor peso.
El Milano está diseñado para llevar a bordo cualquier tipo de las cargas que están en el mercado, siempre que en conjunto no superen los 120 kilos. Por ejemplo, en la vertiente de la observación podrá incorporar sensores infrarrojos, visible, radar SAR y dispositivos inter espectrales, etc., tanto para actividades civiles como militares. Según González Armengod, en un futuro “se podría incluso armar, pero de momento no estamos trabajando en ello”.
De acuerdo con la normativa OTAN
Con un peso al despegue del orden de los 1.000 kilos y con capacidades muy superiores a modelo semejantes que ahora mismo que están en el mercado, el equipo de proyecto ha tenido que efectuar modificaciones y cambios para ajustar el sistema Milano a la normativa que exige el STANAG 4671 de la OTAN para obtener la certificación militar. Definido con posterioridad al nacimiento del proyecto y mucho más estricto que su equivalente civil, el citado STANAG concreta los parámetros de los RPAS de ala fija de más de 150 kilos al despegue.
Los técnicos del INTA han aplicado al Milano un novedoso sistema de vigilancia para conocer el estado de salud de su estructura de fibra de carbono. Para ello incorpora en su interior “sensores basados en redes de Bragg”, que permiten “múltiples puntos de medida para conocer las micro deformaciones que sufre la estructura” durante todo el ciclo de vida.
El Milano recoge la experiencia acumulada a lo largo de los últimos 30 años por un equipo multidisciplinar muy amplio de ingenieros y técnicos. “Estamos muy contentos con el producto final. No vemos que haya nada en el mercado conocido que nos supere en prestaciones. Creo que es un éxito”, asegura González Armengod.
La presentación del Milano ha congregado en el CIAR al vicepresidente y consejero de Economía, Empresa e Innovación de la Xunta de Galicia, Francisco Conde, así como a un importante número de altos mandos de las Fuerzas Armadas. Entre ellos, el Jefe del Estado Mayor del Ejército Aire, general Javier Salto; el 2º Jefe del Estado Mayor del Ejército, teniente general Miguel Martín Bernardi; el director general del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), Javier Ponce; el subdirector general de Programas de la Dirección General de Armamento y Material, general del Aire León Machés.
El Centro de Investigación Aeroportada (CIAR) es una iniciativa del INTA en colaboración con la Xunta de Galicia a través de la Axencia Galega de Innovación, el instituto Galego de Promoción Económica y el ministerio de Ciencia e Innovación. Con financiación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). En el entorno del CIAR se pretende crear un polo tecnológico especializado en vehículos aéreos no tripulados y en gestión del U-Space, en el que ya están instaladas empresas como Babcock e Indra.
En su calidad de centro de centro de ensayos, el CIAR cuenta con infraestructuras y equipamientos en tierra para facilitar la evaluación de las diferentes campañas de cada proyecto, así como para realizar vuelos de forma eficiente y segura al objeto de completar la puesta a punto de este tipo de aeronaves.
