El proyecto de planeador eléctrico autónomo EUROGLIDER, está listo para despegar

A finales del 2014 se formó una asociación constituida por la Asociación Europea de Desarrollo del Vuelo a Vela (AEDEVV), Dassault Aviation y las escuelas de ingeniería del Grupo ISAE, que tiene como objetivo, desarrollar un planeador biplaza de propulsión eléctrica para enseñanza del vuelo.

EUROGLIDER
Foto: Dassault

Como parte de la tendencia a la transición energética en el sector de la aviación, EUROGLIDER aborda tres cuestiones: operativa, medioambiental y económica.

En el punto de mira de varios retos tecnológicos, el proyecto se encuentra actualmente en la fase de banco de pruebas experimental (tierra + vuelo) y pronto comenzará los preparativos para la fase industrial. La ambición de este planeador es poder realizar vuelos de instrucción completos de forma autónoma, sin tener que esperar a que las condiciones atmosféricas sean favorables y respetando plenamente el medio ambiente.

El proyecto EUROGLIDER pretende responder a las necesidades expresadas por los centros de formación de vuelo a vela europeos.

El vuelo a vela, actividad ecológica por naturaleza, requiere sin embargo condiciones atmosféricas favorables para alcanzar la altitud necesaria para realizar los vuelos de entrenamiento. Como los periodos de espera pueden ser a veces prolongados, casi 2/3 de los pilotos recién inscritos abandonan antes de su primer vuelo en solitario. Gracias a su propulsión eléctrica, el EUROGLIDER podrá realizar una serie de varios vuelos de entrenamiento de más de 40 minutos de forma autónoma y sin esperar a que se den las condiciones favorables. Permitirá a las organizaciones de formación multiplicar de 2 a 3 veces el número de vuelos de formación al año, reduciendo al mismo tiempo el periodo de aprendizaje de los alumnos

Mejores condiciones de funcionamiento para los clubes de vuelo

Gracias a su capacidad de despegue autónomo, el EUROGLIDER reducirá los costes de despegue entre un 60 y un 70% en comparación con el uso de un avión de remolque convencional. Además, permitirá a los clubes de vuelo distribuir mejor la actividad de vuelo a vela al operar el planeador durante todo el año, dependiendo menos de las condiciones atmosféricas. Los centros de formación podrán garantizar la rentabilidad de sus inversiones, pero también optimizar mejor los recursos humanos, ya sean profesionales o voluntarios.

El proyecto EUROGLIDER se inscribe en el marco del programa Clean Sky 2, puesto en marcha por la Comisión Europea, cuyo objetivo es lograr la implantación industrial de nuevas tecnologías respetuosas con el medio ambiente. Con su despegue autónomo gracias a su propulsión eléctrica descarbonizada, es decir, sin la ayuda de aviones de remolque convencionales, el EUROGLIDER reducirá el peso total de despegue en un 50%. También eliminará las fuentes de contaminación acústica para las personas que viven cerca de los aeródromos.

Innovación para superar los retos de construcción y diseño

El EUROGLIDER responde a varios retos tecnológicos:

  • Un reto energético: permitir que un avión de más de 600 kg realice una serie de clases de vuelo de entre 40 y 50 minutos con múltiples ascensos por encima de los 1.300 metros sin corrientes ascendentes, gracias a la optimización de la densidad energética a bordo.
  • Un reto de construcción para cumplir con los límites de peso y carga alar: diseñar una aeroestructura de alto rendimiento certificada por la EASA, reduciendo al mismo tiempo el peso del fuselaje en comparación con los planeadores de entrenamiento convencionales equivalentes sin motor, y garantizando unos costes de producción y adquisición compatibles y controlados.
  • Un reto en el diseño global para el uso operativo: permitir un funcionamiento sencillo y fiable, reproduciendo todas las características y cualidades de manejo, así como la ergonomía de los planeadores de entrenamiento convencionales para los alumnos pilotos y los instructores; integrar nuevos métodos y herramientas de entrenamiento innovadores y eficaces; facilitar el mantenimiento.

Las etapas del proyecto

Hasta 2018: Estudios de diseño en respuesta a las expectativas de los usuarios y del mercado.

Periodo 2019-2021: Fases experimentales con bancos de pruebas en tierra + vuelo y preparación de la fase industrial: bancos de pruebas (vuelo + tierra); confirmación de la aeroestructura y de los sistemas de propulsión de energía; confirmación de las misiones de vuelo; primeras especificaciones para la fase industrial

Periodo 2022-2024: Ingeniería de desarrollo y consorcio industrial EUROGLIDER