Por: Guillermo Alcántara Rodriguez
El reactor utilizado por los norcoreanos, chinos y, como veremos también, por los soviéticos en la Guerra de Corea fue el ágil MIG 15.
El Museo del Aire y del Espacio no dispone de ese modelo, pero si de un MIG 17 avión que, si bien no participó en este conflicto, en realidad comparte muchas características pues es un desarrollo avanzado del MIG 15; esto nos da lugar a conocer este aparato, así como la apasionante historia de cómo los Estados Unidos consiguieron hacerse con un ejemplar de MIG 15 para poder estudiarlo a fondo.

Aunque muy parecidos entre sí el MIG 17, a diferencia del MIG 15, tiene un fuselaje aproximadamente un metro más alargado y sus alas son más finas y con un mayor ángulo (45º en vez de 35º), asimismo el primero alcanzaba aproximadamente 0.92 Mach mientras que el segundo alcanzaba Mach 1 sin embargo, utilizaban el mismo motor, e igualmente la parte frontal del fuselaje, tren de aterrizaje y armamento eran similares.
Este último consistía en dos cañones de 23 mm con 80 proyectiles por arma, en el lado inferior izquierdo del fuselaje, y un cañón de 37 mm con 40 proyectiles en el lado inferior derecho del fuselaje, junto con dos puntos de anclaje para bombas de 100 Kg, cohetes o tanques de combustible.
En Corea, el combate con un MiG-15, que era más rápido y mejor armado que el SABRE, fue considerado como un rito de iniciación para un piloto de combate hasta el punto que, en los autobuses de la Fuerza Aérea que transportaban a los pilotos a los aeródromos antes del amanecer, los pilotos que habían combatido con un MiG podían sentarse mientras que el resto tenía que permanecer de pie.
Según datos soviéticos, estos perdieron 335 MiG-15 en Corea incluyendo combates, accidentes, fuego antiaéreo y ataques terrestres. China reconoció que sus pérdidas ascendieron a 224 MiG-15 en Corea. Las pérdidas norcoreanas no se conocen, pero según los desertores, su fuerza aérea perdió alrededor de 100 MiG-15 durante la guerra. Así, de estos 659 MiG-15 abatidos, muchos lo fueron por la acción de los F-86 Sabres.
En abril de 1953 el Mando del Lejano Oriente de los EE.UU. hizo una oferta de 100.000 dólares por el primer MiG-15 entregado intacto. Ningún piloto enemigo aprovechó esta oferta y cuando la tregua coreana entró en vigor el 27 de julio de 1953, la ONU todavía no había conseguido un MiG-15 para probarlo de vuelo.

Sin embargo, el 21 de septiembre de 1953, el personal de la Base Aérea de Kimpo, cerca de Seúl, Corea se sorprendió al ver un MiG-15 aterrizar repentinamente. El avión era pilotado por un Teniente de 21 años de edad, Kum Sok No de la Fuerza Aérea de Corea del Norte que había decidido volar a Corea del Sur porque «estaba asqueado y cansado del engaño comunista.» Poco después de aterrizar en la Base Aérea de Kimpo, el joven piloto no sólo se enteró de la recompensa de 100.000 dólares, sino también de que su madre había sido evacuada de Corea del Norte a Corea del Sur en 1951 todavía estaba viva con buena salud.
El MiG-15 fue llevado a Okinawa donde su primer vuelo lo hizo el piloto de pruebas Capitán Tom Collins del aeródromo de Wright Field. Los siguientes vuelos de prueba fueron realizados por este capitán y el Mayor Chuck Yeager. El avión fue luego desmontado y transportado por aire a la Base de la Fuerza Aérea Wright-Patterson, Ohio, en diciembre de 1953, donde fue reensamblado y evaluado en exhaustivas pruebas de vuelo. Tras las pruebas los Estados Unidos quisieron devolver el aparato a Corea del Norte sin embargo esta no dio ninguna respuesta.




