Por: Juan Pons
Es la primera vez que tres satélites españoles viajan a la órbita terrestre embarcados en un mismo vector de lanzamiento.

Dos nano satélites hechos realidad en Barcelona en el seno de la Universidad Politécnica de Cataluña van ser puestos en órbita al mismo tiempo que la plataforma UPMSat-2 desarrollada y construida por la Universidad Politécnica de Madrid.
Programado el lanzamiento para las 03:51 horas de la madrugada del jueves próximo, 19 de junio, las dos diminutas astronaves catalanas han sido bautizadas 3Cat-5/A y 3Cat-5/B y viajan junto al UPMSat-2 y otros 50 satélites.

Quinta generación de la familia ³Cat, han sido fabricados en el Laboratorio de Cargas Útiles y Pequeños Satélites de Barcelona de la UPC, más conocido como NanoSat Lab, que ha contado con la colaboración de la compañía portuguesa Deimos Engenharia ‒filial de la española Elecnor Deimos Space‒, la norteamericana Tyvak y la danesa GOMSpace, junto con el apoyo de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación de Barcelona y el Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña.
Basados en el estándar Cubesat ‒cuya forma externa es un cubo de 10 centímetro de lado‒, tanto el 3Cat-5/A como el 3Cat-5/B son el resultado de la integración de 6 Cubesat, lo que les proporciona un tamaño algo mayor al de una caja de zapatos. En cambio, el UPMSat-2 es un micro satélite mucho mayor ‒de 0,5 x 0,5 x 0,6 metros‒ construido por el Instituto Universitario de Microgravedad “Ignacio Da Riva” de Madrid, y con 45 kilos de peso al despegue.
La pareja de 3Cat-5 y también el UPMSat-2 son plataformas de demostración tecnológica que cumplen diferentes misiones. Unas de sus evaluaciones consiste en mantener comunicación vía laser entre ambas plataformas e intercambiar grandes volúmenes de información desde una distancia de varios cientos de kilómetros. De este modo se busca disminuir el número de interferencias que se producen en los enlaces radioeléctricos entre los satélites actuales.

Ganadores de un concurso de la ESA
También pretenden recopilar datos sobre la humedad del suelo y complementar la resolución de MIRAS, el único instrumento español embarcado en el satélite SMOS de la ESA, así como aumentar las prestaciones de los grandes satélites Sentinel de observación de la Tierra de la constelación Copernicus de la Unión Europea.
Para conseguirlo llevan un equipo microondas conformado por un reflectómetro GNSS y un radiómetro de banda L con detección y mitigación de interferencia que, junto con una cámara óptico multiespectral, facilita la medición de la humedad del suelo, la extensión de las capas de hielo y su espesor.
En cambio, el satélite madrileño cuenta a bordo con cinco experimentos de las empresas españolas Tecnobit e IberEspacio y del Instituto “Ignacio Da Riva”. Su puesta en órbita está financiado por la Agencia Espacial Europea (ESA) en el marco del programa Horizonte 2020

Los 3Cat-5 son el resultado de una iniciativa conjunta denominada Sistema de Satélites Federados (FSS), una colaboración entre la UPC y el Instituto Skoltech de Rusia, cuyo objeto consiste en que los dos satélites realicen trabajos complementarios. El proyecto el ganador de un concurso internacional celebrado por la ESA en 2017.
Las actuales instalaciones del NanoSat Lab fueron inauguradas en noviembre de 2018 en el Campus Norte de la UPC en Barcelona. Cuenta con una sala limpia dotada con el equipamiento necesario para desarrollar pequeños satélites y experimentos y verificar componentes y tecnología que debe viajar al espacio.

Siete micro y 46 nanosatélites
Los tres ingenios españoles forman parte de la extensa caravana de 53 pequeños ingenios espaciales que van a protagonizar el despegue que confirma la reapertura formal del centro espacial de Guayana, una vez superadas las causas que originaron su cierre a mediados de marzo para frenar los contagios por la pandemia de COVID-19.
Con el lanzamiento número 16 del lanzador europeo Vega se inaugura y se confirma el retorno al vuelo del citado cohete, que sufrió un letal accidente en su despegue del 10 de julio de 2019, en el que quedó destruido el satélite espía Falcón Eye de Unión de Emiratos Árabes.

Además del UPMSat-2 y los otros dos nano satélites españoles, les acompañarán otras pequeñas 50 plataformas cuyo peso total asciende a 756 kilos y que van a cumplir labores de observación de la Tierra, comunicaciones, investigación, verificación tecnológica o educación.
Media docena son micro satélites, viajan en la parte más alta del lanzador y serán los primeros en ser posicionados en el espacio, a una altura del orden de los 515 kilómetros. Bajo ellos y colocados en la parte inferior de la cofia están alojados los restantes 44 nano satélites, de peso y tamaño semejantes a los 3Cat-5. Serán desplegados 15 kilómetros por encima de los siete micro satélites, a una altura de 530 kilómetros sobre la Tierra.
Uno de los micro satélites mantiene su nombre en secreto, pero se sabe que pesa 138 kilos y que ha sido fabricado en Estados Unidos por la importante corporación tecnológica Maxar. Los otros cinco son el GHGSat-C1 de Canadá, de 15,4 kilos; el esloveno Nemo-HD (65 kilos); el ESAil de la ESA (112 kilos); el argentino ÑuSat-6 (43,5 kilos); y el Ion SVC Lucas de la compañía italiana D-Orbit SpA, de 150 kilos. Este último es un contenedor que transporta una docena de Cubesat que serán desplegados en órbita para el operador Planet Labs.