EXTINCIÓN DE INCENDIOS FORESTALES, BASES, PERSONAL Y PILOTOS

Por: Antonio Herruzo Vilchez

Se acaba el verano y con él los incendios forestales que han azotado a nuestros bosques. Para combatirlos desde el aire, es necesario posicionar bases de aviones y helicópteros abarcando la mayor parte del territorio, a fin y efecto de tener en el menor tiempo posible una aeronave en la vertical del incendio para intentar minimizar o anular el avance de este.

Hay pocas bases permanentes durante todo el año, es en los meses de verano dónde se concentra el mayor número de bases de medios aéreos destinadas a la extinción de incendios forestales. Para conseguir esa distribución de bases eventuales por todo el territorio español, las empresas destinan una gran cantidad de recursos humanos y materiales. Detrás de cada avión y helicóptero trabajando en un incendio forestal, hay un gran número de profesionales dedicados a la difícil tarea de poner en marcha las bases forestales; mecánicos de aeronaves, operadores de mantenimiento de instalaciones de bases, administrativos y un largo etcétera de personas.

Muchos pilotos dedicados a la extinción de incendios en España durante el verano, trabajamos en otros países durante el invierno. En mi caso particular y como muchos compañeros, paso el invierno peninsular haciendo la campaña del verano Chileno.

fotobaseaviones2

Si bien tenemos algún tiempo para descansar entre campañas, a veces no dura lo que nos gustaría. Para que podamos trabajar con las máquinas en ambas zonas, se deben trasladar las aeronaves de un continente a otro, ya sea en vuelo (aviones) o “empaquetadas” dentro de contenedores en barcos (helicópteros). Así pues, a medida que se va acercando el final de la campaña en Chile y se van cerrando bases, se van enviando las aeronaves a España, para poder prepararlas para el inicio de la campaña española. A su llegada, se montan (en el caso de los helicópteros) y se les hacen los mantenimientos respectivos para el inicio de la campaña. Montar y desmontar helicópteros y preparar los aviones para el largo viaje desde Chile a España (y viceversa), supone un gran esfuerzo por parte de los mecánicos, que tienen que preparar las aeronaves intentando que estén el mínimo tiempo paradas en el suelo.

Recordar también, que durante el transcurso de la campaña, los mecánicos se dedican al mantenimiento de las aeronaves durante el descanso del piloto entre horas de vuelo o bien por la noche, llegando a trabajar muy duro para mantener la aeronave en buen estado. Realmente admirable el trabajo de nuestros compañeros.

Los pilotos, antes del inicio de la campaña, debemos tener todas las licencias y habilitaciones en vigor, realizamos los vuelos de entrenamiento contratados por el cliente, vuelos para renovar las verificaciones de competencia de la aeronave y de la compañía, y hacemos los vuelos de prueba después de los mantenimientos de las aeronaves. Durante estos vuelos, se entrenan los procedimientos normales y de emergencia que nos exige tan delicado vuelo y, aunque hayamos volado mucho durante la última campaña, nunca está de más recordar y entrenar situaciones que nos pueden ayudar en un momento determinado durante el transcurso de un incendio.

Los pilotos debemos familiarizarnos con la zona en la que nos ha tocado trabajar, conocer las peculiaridades de la pista (obstáculos, vientos predominantes, etc.), los aeródromos y aeropuertos cercanos, zonas prohibidas y peligrosas, pistas de carga de agua o puntos de carga de agua (para los helicópteros), conocer el método de comunicación con los medios aéreos y terrestres que actúan en el incendio, etc.

En España hay pocas bases abiertas durante todo el año, debido a la estacionalidad de los incendios, la gran mayoría son eventuales y se concentran en verano. Se van abriendo bases progresivamente, normalmente a partir de mayo. Durante el período de julio, agosto y septiembre (los tres meses de más calor), es dónde vamos a tener el mayor número de bases y aeronaves actuando en nuestro país.

base

Respecto a las instalaciones de las bases destinadas al alojamiento y tareas diarias de tripulaciones y brigadas, varían mucho en función de la comunidad y aeródromo en la que está ubicada la base, desde casas forestales con todas las comodidades necesarias para vivir los días de guardia, hasta los módulos prefabricados, con instalaciones para aguantar los calurosos días de verano. Normalmente, las casas forestales suelen estar en pistas que se utilizan única y exclusivamente por aeronaves de extinción de incendios, teniendo sentido que el alojamiento se haga en construcciones permanentes.

Mientras que hay otras bases que se ubican en aeródromos de uso general o de propiedad privada, dónde tiene más sentido instalar alojamientos eventuales ya que se ocupan terrenos privados o ajenos a la comunidad autónoma que contrata el servicio de extinción.

No hay que olvidar las instalaciones que permiten la carga de agua y retardante de los aviones en tierra. Encontramos depósitos de agua, depósitos de retardante, motobombas y todos los elementos necesarios para poder cargar un avión en el mínimo tiempo posible.

foto21

Estas instalaciones tienen que estar operativas al cien por cien para permitir una carga rápida y fácil de los aviones que operan en la pista. Se hacen pruebas previas al inicio de la campaña para garantizar el correcto funcionamiento de la instalación y solucionar problemas.

Para la carga de agua de las aeronaves, se requiere de personal entrenado y cualificado para la operación, ya que se trabaja con material muy específico y con aeronaves en funcionamiento. Durante la campaña, se suelen hacer vuelos de reconocimiento de pistas, para familiarizarse con la zona y mantener un control sobre el funcionamiento de las instalaciones.

En cuanto al combustible necesario para el funcionamiento de las aeronaves, el tipo de instalación varía en función de la ubicación de la base, si esta se encuentra en aeropuertos o aeródromos donde ya existen instalaciones de combustible permanentes, no hace falta instalar tanques de combustible o desplazar un camión cisterna.

Las bases forestales permanentes, suelen estar equipadas con instalaciones de combustible fijas, mientras que las bases no permanentes suelen tener una instalación eventual para ese cometido. Algunas bases, sobre todo las de helicópteros, disponen un camión cisterna con combustible con la capacidad de desplazarse cerca de los incendios y repostar los helicópteros sin necesidad de hacer grandes desplazamientos. Para el repostaje de combustible de las aeronaves, también se requiere de personal cualificado, ocupándose los mismos mecánicos u operadores de la aeronave.

tanques2

Remarcar el trabajo administrativo y de logística que requiere la puesta en marcha y el funcionamiento de las bases, traslado de mobiliario, de equipos informáticos, equipos de comunicaciones, material de mantenimiento de las aeronaves, material para la recogida de residuos, extintores, tanques de combustible, etc.

Los que estamos en las bases agradecemos mucho el trabajo que se hace desde las oficinas de la empresa, ya que nos solucionan una gran parte de los problemas que podamos tener en la base, haciéndonos más llevadera y cómoda la larga estancia en las bases de incendios.

En definitiva, se requiere del trabajo y esfuerzo de muchas personas para conseguir tener las bases de incendios operativas y que las aeronaves puedan desempeñar la tarea para la que han sido contratadas.

generalverano2015

Acerca de Antonio Herruzo Vílchez

Antonio Herruzo Vílchez
Casado con una hija, 41 años, nacido en Roses (Girona) el 13/09/1972.

Estudios universitarios: Ingeniero Técnico Mecánico por la Universitat de Girona.

Piloto Comercial de Avión. Experiencia acumulada en horas de vuelo: 4500 h.

Habilitaciones: Air Tractor AT-802, Pilatus PC6, Twin Otter DHC6, Beechcraft C99

El 1994, mientras curso los estudios de Ingeniería Técnica Industrial, apruebo la oposición de bombero en el cuerpo de Bombers de la Generalitat de Catalunya, donde estoy trabajando hasta el 2005. Mientras trabajo como bombero, acabo los estudios de ingeniero e inicio los estudios de aviación.

En 1998 obtengo el PPL(A) en JIP Aviació, en el aeródromo de Empuriabrava, teniendo que esperar hasta el 2002 a que se pudiera cursar el modular de CPL(A). Realizo el CPL(A) en Top Fly en el aeródromo de Sabadell. Inmediatamente empiezo a trabajar como piloto lanzando paracaidistas en Empuriabrava, combinando los trabajos de piloto y de bombero. Paso 10 años lanzando paracaidistas con Pilatus PC6, Twin Otter DHC6 y Beechcraft C99. En 2012 empiezo a trabajar de piloto de incendios con Avialsa T35, volando AT802F. He realizado 3 campañas en Catalunya y 1 en Chile.