26-12-2017
El pasado viernes, después de confirmar que Boeing y Embraer estaban en negociaciones, el presidente de Brasil, Michel Temer, dijo «La venta de Embraer a Boeing no es posible”.
Boeing, por su parte, intentó calmar las preocupaciones del gobierno brasileño después de que el presidente Temer y su ministro de Defensa, Raúl Jungmann, anunciaran su veto a cualquier oferta pública de adquisición (OPA) del constructor aeronáutico de Brasil.
Temer dijo en una conferencia de prensa que estudiaría cualquier decisión de ambas empresas sobre una alianza, y de hecho añadió que “agradecería una inyección de capital extranjero en Embraer”, pero recordó que Embraer también fabrica aviones militares y es uno de los productos con más éxito de la política industrial brasileña, “sigue siendo un foco de orgullo nacional”, dijo.
El presidente Temer recordó que el Gobierno podía usar su «acción de oro» en la compañía para bloquear el control extranjero de la empresa estatal, totalmente privatizada en 2006 y por ello dijo que “El objetivo de la “acción de oro” es precisamente que el Gobierno tome una decisión como ésta”.
Por su parte, el ministro de Defensa, Raúl Jungmann, dijo que el Gobierno daría la bienvenida a una alianza comercial con Boeing. «Estamos a favor de esta y otras asociaciones». Pero también señaló que el control extranjero de la compañía estaba fuera de discusión, citando el papel central de Embraer en la industria de defensa de Brasil.
Si la opción de compra hubiese prosperado y el gobierno Brasileño y las autoridades reguladoras hubieran aceptado, el constuctor americano Boeing hubiera podido añadir a su cartera de aviones militares a aparatos como el A-29 Super Tucano, y el nuevo transporte militar de Embraer KC-390, y en la parte comercial a la familia de E-jets, o a los aviones de transporte ejecutivos como el Phenom y Legacy.
