Geraldine “Jerrie” Mock, la primera mujer en dar la vuelta al mundo aérea en solitario

En 1964, tras 29 días al mando del The Spirit of Columbus, una Cessna 180 de segunda mano, la piloto Geraldine “Jerrie” Mock consiguió aterrizar en su punto de partida, la ciudad de Columbus (Ohio), logrando así uno de los principales hitos en la aviación femenina: completar la vuelta al mundo aérea en solitario.

Jerrie Mock junto a su Cessna 180 “The Spirit of Columbus”.
Jerrie Mock junto a su Cessna 180: The Spirit of Columbus.

 

Es bastante llamativo que hayamos tenido que esperar hasta el siglo XXI para conseguir que el debate sobre la igualdad de género se ponga sobre la mesa, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de mujeres que han revolucionado el mundo con sus descubrimientos, inventos o hazañas. Aunque todavía hay mucho por hacer para llegar a alcanzar la plena igualdad de género, hitos como el de Geraldine Mock indudablemente han puesto en valor el trabajo de las mujeres. Desde grandes nombres como Marie Curie, cuyas investigaciones la llevaron a convertirse en la primera mujer en ganar el Premio Nobel o la escritora inglesa Jane Austen (1775-1817), que ya incluía en sus obras cuestiones candentes sobre género además de, como curiosidad, dotar de personalidad a sus personajes a través de diferentes juegos de cartas, de los cuales era una auténtica apasionada, hasta otras menos conocidas por la sociedad en general pero cuyas aportaciones han sido cruciales. En el mundo aeronáutico y espacial destacan mujeres como Marie Marvingt, quien fue la primera mujer en pilotar un bombardero en la Primera Guerra Mundial; Mary Sherman Morgan, quien inventó el combustible para cohetes Hydyne, utilizado en el lanzamiento del Explorer-1; Eldorado Jones, la inventora estadounidense que creó el silenciador de los aviones o la ingeniera rusa Valentina Tereshkova, que se convirtió en la primera mujer astronauta que llegó al espacio.

Geraldine Mock, más conocida como Jerrie Mock es otro ejemplo de esta larga lista. Esta mujer nacida en Ohio en 1925 consiguió marcar un antes y un después en la aviación femenina al convertirse en la primera mujer en completar la vuelta al mundo a bordo de un avión en solitario. Lo curioso es que a diferencia de los grandes iconos femeninos de la aviación, la hazaña de Mock surgió de una vida marcada por la monotonía y el aburrimiento. Si Harriet Quimby destacó no solo por ser la primera norteamericana en obtener una licencia de vuelo sino también por ser fotógrafa, guionista, actriz y periodista, llevando una vida completamente diferente a lo que se esperaba de ella, Jerrie Mock lo hizo por todo lo contrario: salir de su monótona vida de ama de casa.

Nacida en el medio oeste americano, Mock mostró desde muy pequeña su pasión por la aviación

Fue su padre, quien sin saberlo, marcó el camino de su hija cuando a la edad de 7 años la llevó a volar en un Ford trimotor. Aquella experiencia impresionó tanto a Jerrie que desde entonces todos sus empeños irían destinados a conseguir convertirse en piloto profesional. Así fue como durante su etapa escolar, Mock se matriculó en un curso de ingeniería aeronáutica consiguiendo los mejores resultados de su clase. Animada por este pequeño logro, cuando terminó su formación básica, Jerrie Mock decidió dar un paso más allá y continuar con sus estudios matriculándose en la universidad. Así fue como en 1943 esta joven amante de la aviación comenzó a estudiar ingeniería aeronáutica en la Universidad Estatal de Ohio. Fue precisamente en la universidad donde conoció a Russell Mock, un joven que compartía sus sueños e inquietudes sobre aviación, y con el que finalmente se casaría en 1945. A pesar de que ambos eran dos espíritus libres, para Jerrie el matrimonio significó que tuvo que dejar a un lado sus estudios para convertirse en la señora Mock, la joven esposa de Russell que se encargaba de las labores del hogar. Atrás quedaron sus aspiraciones como piloto.

Durante casi 20 años desempeñó el papel de esposa y madre de tres hijos que marcaba el estereotipo de la época antes de darse cuenta de que las convenciones no eran para ella

Así fue como Jerrie Mock comenzó a asistir a clases de vuelo hasta que consiguió su licencia con apenas 700 horas a sus espaldas. Una vez que estaba preparada para llevar a cabo su aventura, Mock se subió a bordo de una Cessna 180 monomotor de cuatro plazas. La pequeña aeronave, bautizada como The Spirit of Columbus y no superior en tamaño a una furgoneta, era de segunda mano y tenía más de 10 años pero eso no fue un impedimento para que Jerrie iniciase su aventura el 19 de marzo de 1964: recorrer más de 35.000 kilómetros realizando un total de 21 paradas en 29 días.  Todo ello en solitario.

The Spirit of Columbus actualmente se encuentra en el Udvar-Hazy Center de Chantilly, Virginia. Foto: Mark Pellegrini para Commons Wikimedia
The Spirit of Columbus actualmente se encuentra en el Udvar-Hazy Center de Chantilly, Virginia. Foto: Mark Pellegrini para Commons Wikimedia

 

El viaje no fue todo coser y cantar, sino que Mock tuvo que hacer frente a averías, a algún que otro susto derivado del mal tiempo y a los continuos percances burocráticos entre países. Además, alguna de las etapas realizadas la llevó a estar casi 20 horas a bordo del The Spirit of Columbus. Sin embargo, nada de ello se interpuso entre ella y su objetivo de convertirse en la primera mujer en dar la vuelta al mundo en avión en solitario y el 17 de abril, 29 días después de su partida, Jerrie Mock aterrizó su monotor en el aeropuerto de Columbus desde el que había iniciado su viaje.

Su hazaña no solo la catapultó a la lista de las mujeres más importantes en el mundo de la aviación sino que también le valió para alzarse con varios premios como la Medalla de Oro de la Agencia Federal de Aviación o la Medalla Louis Blériot otorgada por la Federación Aeronáutica Internacional por haber conseguido un récord de elocidad a la hora de dar la vuelta al mundo. Asimismo, ha servido de ejemplo y como referente para otras mujeres que han venido detrás. La última, la afgana-norteamericana Shaesta Waiz quien el 4 de octubre de 2017, a bordo de una Beechcraft Bonanza A36, se convirtió en la mujer más joven en haber volado alrededor del mundo en un monomotor en solitario. Sin nunguna duda, Mock es toda una lección de tenacidad y trabajo personal.