Por: Silvia Taus
Se estima que el crecimiento del sector aeronáutico en los próximos veinte años será como mínimo del 5%, aseguró el director comercial de Airbus, John Leahy.
Asimismo, para los próximos 20 años, se pronostica que la región liderará la demanda mundial de pilotos será Asia-Pacífico, con una necesidad de 266.000 pilotos nuevos, le sigue Norteamérica con una demanda de 212.000 pilotos nuevos, Europa necesitará 148.000 pilotos nuevos, continúa Oriente Medio (68.000 pilotos nuevos), América Latina(54.000 pilotos nuevos), África(29.000 pilotos nuevos) y finalizan la lista Rusia y Asia Central (27.000 pilotos nuevos), por lo que la industria de la aviación seguirá en crecimiento continuo, requiriendo modernas infraestructuras para el apoyo en tierra.
Aunque en estos momentos, el transporte aéreo en general, se ve afectado por el COVID-19, la crisis viral que será transitoria y cuando se retome la actividad aviatoria, se demostrará una vez más que, la aviación seguirá siendo el medio más rápido y seguro de transporte a nivel mundial.
Con este panorama global y ante el evidente crecimiento de la aviación de cara a los próximos 20 años, refuerza aún más si cabe el requerimiento de abrir un segundo aeropuerto entre Madrid y Toledo el mismo que ha generado división de opiniones entre las aerolíneas españolas.
Sobre la construcción de un segundo Aeropuerto, hablaremos de la implantación del aeropuerto regional Madrid-Sur, en Casarrubios del Monte (Toledo), situado a unos 30 kilómetros al suroeste de la capital. En este proyecto, se invertirán 148 millones y la previsión es que entre 2023 y 2025 pueda estar plenamente operativo.
Se sabe que un grupo de empresarios agrupados en el Grupo Air City Sur, ultima el referido proyecto para desarrollar un segundo gran aeropuerto regional en Madrid-Sur. Se trata de un aeropuerto que realizará operaciones de transporte comercial, de pasajeros, mercancías y correo, incluidos aerotaxis.
El lugar en donde se instala el macro proyecto, se desarrolla en un marco idóneo para el desarrollo de la zona, ya que está situado justo en el límite entre Madrid y Toledo, en el término Municipal de Casarrubios del Monte, junto a la Nacional V y la Autovía de la Sagra (CM-41), esta última, comunica la A-5, con la autovía Madrid-Toledo (A-42) y la autopista Madrid-Toledo (AP-41) en una primera fase para posteriormente extenderse hasta la autopista Radial 4 (R-4) y la Autovía del Sur (A-4), brindando un acceso directo por carretera a ciudades como Madrid, Talavera y Badajoz y con las Comunidades Autónomas de Extremadura y Andalucía Oeste, así como al país vecino Portugal. Asimismo, se estudia completar el transporte por carretera con la llegada del tren de Cercanías a Navalcarnero, que “está a medio construir.
Por otro lado, a poco menos de 2 kilómetros, tenemos el polígono industrial Monte Boyal, también en Casarrubios del Monte que, por su posición geográfica, lo hace poseedor de una ubicación estratégica en cuanto a comunicaciones terrestres, dichas instalaciones, son un complemento ideal y de apoyo para las instalaciones aeroportuarias, ya que puede hacer las veces de almacenes, talleres aeronáuticos entre otros servicios.
Desde el punto de vista logístico, con la creación del nuevo aeropuerto regional Madrid-Sur, el Grupo Air City Sur, solventaría, otra de las deficiencias del centro peninsular: la falta de un aeropuerto alternativo a Barajas para operar un vuelo.
Hoy en día, el aeropuerto comercial más cercano, se encuentra en Valencia ubicado a 350 kilómetros. Ninguna otra ciudad europea, soporta una situación parecida. Londres tiene seis aeropuertos con una ratio de 2,5 millones de pasajeros por instalación; París, tres con una ratio de 5 millones; y Madrid, uno para 12 millones.
Además, se estima que, el Aeropuerto Adolfo Suarez, Madrid-Barajas, va a necesitar en unos 6 o 7 años un segundo aeropuerto, que es lo que se estima, tardará, Barajas en saturarse.
Un segundo aeropuerto en Madrid estaría llamado a convertirse en una importante alternativa al actual aeropuerto Adolfo Suarez-Madrid Barajas ya sea porque se produzca una contingencia climatológica, se produzca un fallo en los sistemas informáticos que gestiona los vuelos, por una alerta sanitaria o de seguridad en el que tuviera que verse obligado a cerrar el aeropuerto ó desviar vuelos hacia los aeropuertos de Manices (Valencia) ó a Villanubla (Valladolid), como actualmente ocurre, podría desviarlos al Aeropuerto regional Madrid-Sur, en de Casarrubios siendo una excelente opción, evitando así un tremendo trastorno de tiempo y distancia tanto a las compañías aéreas, como a sus usuarios.
Los estudios técnicos por parte del Ministerio de Fomento para obtener los pertinentes permisos administrativos, se basan en cuestiones como la compatibilidad del espacio aéreo, el impacto de ruido, (hoy por hoy, se están fabricando aeronaves que generan un 40 por ciento menos de ruido) o de la afectación a la red de carreteras.
Dichos estudios se encuentran en compás de espera de la emisión de un informe final que esperamos sea favorable, más aún cuando el proyecto del
Nuevo Aeropuerto Madrid-Sur en , ha sido declarado de interés Regional tanto por la Comunidad de Madrid, como por la Comunidad de Castilla La Mancha, respectivamente.
En cuanto al impacto económico en el que reflejará el nuevo aeropuerto regional, tenemos:
Impacto económico directo: Comprende el empleo, los ingresos y el PIB asociados con la operación y gestión de la actividad del aeropuerto. Esto incluye actividades del gestor aeroportuario, las aerolíneas, control del tráfico aéreo del aeropuerto, aviación general, compañías de handling, seguridad aeroportuaria, inmigración y aduanas, mantenimiento de aeronaves, comercios, restauración y ocio, carga aérea, transporte de pasajeros y otras actividades en el aeropuerto.
Impacto económico indirecto: El impacto económico indirecto comprende el empleo, los ingresos y el PIB asociados con las industrias externas al aeropuerto que abastecen y apoyan las actividades del mismo, tales como: el suministro de combustible para las aeronaves, empresas que asesoran legalmente a las compañías, agencias de viajes, hoteles, restaurantes entre otros.
Impacto económico inducido: El impacto económico inducido contempla la actividad económica generada por los empleados de las empresas, visitantes, acompañantes y pasajeros, en lo que a consumo se refiere. Lo que hoy se conoce como público cautivo.
Impacto económico catalítico: El impacto económico catalítico hace referencia a la influencia y la capacidad del aeropuerto para facilitar nuevos negocios en otros sectores de la economía como, como puede aplicarse en el Polígono Monte Boyal y futuras zonas comerciales que aumenten el turismo local y así mejorar la productividad de las empresas cercanas al mismo.
Finalmente, debemos decir que, la puesta en marcha del Nuevo Gran Aeropuerto Regional Madrid-Sur, por su excepcional posición geográfica, opciones de turismo y desarrollo que ofrecerá desde lo tecnológico, lo económico, lo social y lo cultura marcará un antes y un después, en las Comunidades de Madrid y de Castilla La Mancha, desde el preciso instante en que se declare operativo. De allí la importancia que tiene este proyecto tanto para las Comunidades implicadas, el sector de la aviación y el de la sana competencia.