Por: Maria Amelia Schulz
Recientemente se inauguró la nueva terminal de pasajeros del Aeropuerto Internacional de Comodoro Rivadavia con la presencia del actual Ministro de Transporte de la Nación y Martín Eurnekian, presidente de Aeropuertos Argentina 2000, el concesionario del citado aeropuerto.
Con tecnología de vanguardia, más amplia y moderna, el aeropuerto de Comodoro Rivadavia cumple todos los estándares internacionales de bajo impacto para el medio ambiente.
Comodoro Rivadavia es la ciudad más habitada de la provincia del Chubut y se encuentra ubicada al centro este de la Patagonia en el corazón de la zona hidrocarburífera del golfo San Jorge.
El aeropuerto patagónico es el único del país que cuenta con una terminal con certificación LEED (Leadership in Energy and Environmental Design) que garantiza procesos de construcción sustentables y de altas características. La obra presenta nuevos halls de llegadas y salidas, un sector gastronómico y otro de embarque con dos nuevas puertas y pasarelas, entre otras importantes mejoras y modernizaciones.
La obra está siendo auditada periódicamente por la organización que entrega la certificación, la USGBC (United States Green Building Council).
Como detalle, podemos decir que se utilizó piedra como revestimiento en la fachada principal, lo que genera un basamento y una gran cubierta que se mimetiza con los cerros característicos de la región.
La construcción
- Las áreas con techo y la planta baja fueron pavimentadas con materiales con altos índices de reflectancia solar para disminuir el efecto «isla de calor» y así minimizar el impacto del edificio en el microclima y en el hábitat humano y de fauna silvestre.
- La inclusión de vegetación en el techo de la terminal no solo minimiza la absorción de calor; sino que también restaura las condiciones nativas ofreciendo nuevas áreas con vegetación que contribuyen a la protección del hábitat natural.
- El plan de control de erosión y sedimentación que se implementó durante la construcción, minimiza la pérdida de suelo ocasionada por las aguas de lluvia o por la erosión eólica. Además, evita la sedimentación de cursos de agua y la contaminación del aire con polvo y partículas.
- El estacionamiento con espacio preferencial para vehículos eficientes de combustible y de baja emisión, y el uso compartido de vehículos y almacenamiento de bicicletas, disminuyeron los efectos del uso de vehículos tradicionales.
La terminal reducirá el consumo de agua potable en más del 45% en comparación con un edificio con características similares. Además, se utilizaron nuevos diseños en las salas de aseo de los pasajeros.
También, en el techo de la terminal se colocaron paneles solares térmicos para generar agua caliente, reduciendo el consumo de energía eléctrica y favoreciendo la generación de energía renovable sin impacto sobre el ambiente.
El edificio se construyó, en su mayor parte, con materiales que se fabricaron u obtuvieron en la región (con un radio de 800 kilómetros), lo que minimiza las emisiones de CO2 asociadas con el transporte.
Durante la construcción se implementó un programa de reciclado de residuos de obra: se separaron los materiales reciclables, algunos se donaron a los operarios que participaron de la construcción para reutilizarlos y otros se enviaron a empresas recicladoras.
La nueva terminal ahora cuenta con una superficie total de 8.400m2 conformados por: subsuelo, planta baja, planta alta, sala y edificio técnico. Además, 514m2 de edificios anexos con pórtico de acceso y puesto fijo. También se está trabajando en la renovación total de la pista de aterrizaje, las calles de rodaje, de la plataforma comercial y del sistema de balizamiento.
Los trabajos en la terminal generaron 460 empleos directos y 1.150 indirectos, impulsan el crecimiento de las economías regionales y mejoran la experiencia de los turistas que visitan la provincia.