03-10-2024
La NOAA es la agencia federal estadounidense encargada de investigar los fenómenos meteorológicos y los océanos, y es muy conocida por sus actividades en el estudio de tornados.

La NOAA tiene previsto utilizar estos dos aviones como «aviones cazahuracanes». Se trata esencialmente de laboratorios volantes equipados con toda una serie de instrumentos y equipos de investigación aptos para la tarea de recoger y procesar datos atmosféricos.
Los aviones estarán equipados con un radar multimodo, un radar doppler de barrido vertical, lanzadores automáticos de sondas, conexión a Internet de alta velocidad y otros instrumentos y sensores especializados que permitirán a los científicos recoger datos meteorológicos y atmosféricos.
Según la NOAA, el uso de aviones para rastrear huracanes, y en ocasiones volar cerca de sus núcleos, mejora la precisión de la previsión de la trayectoria y la intensidad del huracán entre un 15 y un 20% y entre un 10 y un 15%, respectivamente.
Los dos nuevos aviones, cuya entrada en servicio está prevista para 2030, sustituirán a la actual flota de aviones WP-3D Orion de la NOAA, que lleva cumpliendo esta misión desde los años setenta. Al igual que sus predecesores y el resto de la flota de la NOAA, los dos C-130J tendrán su base en Lakeland (Florida).