La NASA y DARPA pondrán en órbita un cohete nuclear a principios de 2026

27-07-2023

La NASA y el ejército estadounidense planean lanzar una nave espacial de propulsión nuclear a la órbita terrestre a finales de 2025 o principios de 2026.

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Foto: Darpa

El proyecto, conocido como DRACO («Demonstration Rocket for Agile Cislunar Operations»), pretende probar en el espacio la propulsión térmica nuclear (NTP), una tecnología potencialmente revolucionaria que podría ayudar a la humanidad a establecerse en Marte y otros mundos lejanos.

La nave espacial DRACO será desarrollada y construida por Lockheed Martin.

Kirk Shireman, vicepresidente de Lockheed Martin Lunar Exploration Campaigns, ha dicho, «»Vamos a poner esto en marcha, vamos a volar esta demostración, recoger un montón de grandes datos y realmente, creemos, marcar el comienzo de una nueva era para los Estados Unidos [y] para la humanidad, para apoyar nuestra misión de exploración espacial.»

DRACO no es nuevo. La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa de Estados Unidos (DARPA) ya puso en marcha el programa en el año 2021 y la NASA se unió a él a principios de este 2023.

La implicación de la NASA no debería sorprender, ya que el interés de la agencia por la tecnología NTP viene de lejos. La NASA se propuso lanzar una misión tripulada a Marte a bordo de una nave espacial de propulsión nuclear en 1979, a través de un programa llamado NERVA («Nuclear Engine for Rocket Vehicle Application»), pero el programa NERVA se canceló en 1972.

La NASA sigue interesado en el Planeta Rojo, y tiene el objetivo de llevar astronautas allí a finales de la década de 2030 o principios de la de 2040. Y sigue considerando la propulsión térmica nuclear como un avance clave que podría hacer más alcanzable este objetivo, al reducir el tiempo de viaje hacia y desde el Planeta Rojo.

Los cohetes térmicos nucleares llevan pequeños reactores de fisión, que liberan cantidades increíbles de calor al dividir átomos. Este calor se aplica entonces a un gas propulsor, que se expande y se canaliza hacia el espacio a través de una tobera para crear empuje.

Este proceso es distinto del empleado por los generadores termoeléctricos de radioisótopos (RTG), tecnología nuclear que ha estado volando a bordo de sondas desde los primeros días de la era espacial. Los RTG no proporcionan propulsión, sino que aprovechan el calor de la desintegración radiactiva para generar electricidad, que luego alimenta instrumentos, motores y otros equipos de la nave espacial.

En anteriores actualizaciones de DRACO, DARPA y la NASA afirmaron que su objetivo era lanzar la primera demostración espacial del programa en el año 2027. Sin embargo, es posible que ese calendario se haya adelantado, ya que puede ser que el plazo de lanzamiento previsto en estos momentos sea finales de 2025 o principios de 2026.

Por el momento, se ha hecho público que Lockheed se ha asociado con la empresa BWX Technologies, con sede en Virginia, para desarrollar el reactor nuclear de la nave DRACO y producirá su combustible HALEU («uranio poco enriquecido de alto ensayo»).

La nave espacial se dirigirá a una órbita alta alrededor de la Tierra de entre 700 y 2.000 kilómetros, desde esa altitud, el demostrador DRACO tardará aproximadamente 300 años en volver a la Tierra por arrastre atmosférico, tiempo suficiente para garantizar que todo su combustible nuclear se gaste cuando descienda.

El equipo de la misión también se esforzará por garantizar la seguridad durante el ascenso: El motor nuclear del vehículo DRACO sólo se activará cuando alcance la órbita. Durante el lanzamiento, el motor estará equipado con un trozo de metal que absorbe los neutrones, impidiendo que inicien una reacción en cadena. Según los miembros del equipo de la misión, el cable actúa de forma similar a las barras de control de los reactores nucleares terrestres.

Se espera que DRACO funcione en órbita durante unos meses. No subirá ningún instrumento científico; el «funcionamiento» implica el uso de su motor NTP, demostrando que puede funcionar durante largos periodos en el entorno espacial.

El uso de ese motor, sin embargo, también requerirá mantener el hidrógeno de DRACO -la nave espacial se lanzará con 2.000 kilogramos de hidrógeno- superfrío.