26-12-2024
El pasado día 24, la sonda voló a una distancia de 6 millones de kilómetros del Sol, más cerca que ninguna otra nave espacial en la historia.

Nick Pinkine, jefe de operaciones de la misión Parker en el APL (Johns Hopkins Applied Physics Laboratory) ha dicho, «Ningún objeto fabricado por el hombre ha pasado nunca tan cerca de una estrella, por lo que Parker nos proporcionará datos de un territorio inexplorado.»
La NASA perdió el contacto con la sonda Parker al alcanzar el perihelio, o punto de máxima aproximación al Sol, pero mañana viernes, enviará un tono de baliza para que el control de la misión pueda confirmar su estado de salud.
La sonda Parker fue diseñado por la NASA y APL para «tocar el sol», desafiando la corona solar y para recoger datos de cerca sobre el viento solar y otros fenómenos meteorológicos espaciales. Comenzó a circunnavegar el sol en 2018 y ha completado siete sobrevuelos de Venus para reducir gradualmente su órbita.
La sonda está protegida del calor abrasador del sol por un escudo de espuma de cerca de 10 cm de ancho que puede absorber temperaturas de hasta 1.000 grados Centígrados. El cuerpo de la nave, situado unos metros por detrás, permaneció a temperatura ambiente, según la APL.
La misión de la pasada Nochebuena fue la primera de las tres aproximaciones especialmente cercanas previstas para Parker, con otras dos programadas para marzo y junio del año próximo 2025. Permanecerá en su órbita actual hasta el final de la misión, que está previsto que termine cuando la nave espacial se quede sin combustible a finales del mes de junio.
Después, será una nave dirigida únicamente por la gravedad solar. Pero los datos que envíe a la Tierra hasta entonces permitirán a los investigadores comprender mejor el comportamiento del sistema solar.