La base aérea de Osan, situada a sólo 80 kilómetros al sur de la zona desmilitarizada que divide Corea del Norte y Corea del Sur, ha visto la llegada de nueve cazas F-16 adicionales, por lo que el 36º Escuadrón de Cazas de Osan pasará de 22 a 31 cazas F-16.

Este movimiento de cazas, será una prueba de un año de duración para «maximizar la eficacia en combate», y se evaluará su impacto en la generación de salidas, el mantenimiento y la mano de obra.
El teniente general David. R. Iverson, comandante de la 7ª Fuerza Aérea y comandante adjunto de las Fuerzas de EE.UU. en Corea, ha dicho, «Esta prueba nos brinda la oportunidad de comprobar si escuadrones de este tamaño aumentan nuestra eficacia de adiestramiento al tiempo que incrementan nuestra capacidad de combate en caso de que falle la disuasión.»
Junto con los cazas, unos 150 aviadores, entre pilotos, ingenieros y personal de apoyo, se trasladan a la base de Osan desde la Base de Kunsan, a unos 160 kilómetros de distancia.
Osan acoge también a otro escuadrón de cazas, el 25º Escuadrón de Cazas equipado con aviones A-10.