Lockheed Martin certifica que el F-35 utiliza combustibles sintéticos de turbina de aviación (SATF)

19-01-2025

Según confirma el fabricante, estos combustibles son seguros para volar en el caza F-35, y además, constituyen una ayuda potencial para los objetivos energéticos y climáticos de la USAF.

SATF
Un F-35 Lightning II vuela sobre la base Edwards Air Force Base, California. (Foto: Darrin Russell/Lockheed Martin)

Este anuncio coincide con la demostración noruega del primer uso de SATF en sus F-35.

Tras un «exhaustivo análisis técnico y estratégico para garantizar que el SATF cumple las estrictas normas de rendimiento y fiabilidad exigidas para las complejas misiones de alta demanda del F-35», Lockheed decidió que no había riesgo técnico, según un portavoz, siempre y cuando el SATF no suponga más del 50 por ciento de la mezcla de carga de combustible con el combustible estándar. El límite del 50 por ciento depende «del tipo de materias primas y de la vía de producción».

Los SATF proceden tanto de fuentes fósiles, como el carbón y el gas, como de fuentes renovables o reciclables, como productos agrícolas y aceites usados.

Lockheed Martin ha dicho, «Las nuevas fuentes de combustible mejorarán la preparación al reducir la dependencia de la cadena de suministro ampliada. La integración de SATF apoya los objetivos del Departamento de Defensa en materia de sustitución y diversificación energética, al tiempo que mejora la resistencia energética y la flexibilidad operativa.»

Con la aprobación, los F-35 estadounidenses podrían volar utilizando SATF durante los despliegues en Noruega, cuando el país anfitrión proporcione combustible para los ejercicios conjuntos.

Noruega realizó los primeros vuelos de F-35 con SATF la pasada semana, siendo la carga de combustible una mezcla 60/40 de combustible estándar para reactores y biocombustibles.

El Ministro de Defensa, Bjorn Arild Gram, ha declarado que las fuerzas aéreas noruegas representan un tercio de las emisiones de carbono del Ministerio de Defensa. El cambio a una mezcla más sostenible «reducirá las emisiones y reforzará la seguridad del suministro», afirmó en un comunicado de prensa. «El objetivo es alcanzar los objetivos climáticos al tiempo que se mejora la preparación».

Gram añadió que Noruega tiene un plan de defensa modernizado que exige un «aumento significativo» de la actividad de sus fuerzas armadas. El SATF podría ayudar a conseguirlo al tiempo que se frena el impacto climático de las fuerzas armadas.

Noruega cuenta con unos 40 de los 52 F-35 que tiene previsto desplegar a finales de esta década.