Por: Juan Pons
Los ministros y máximos responsables nacionales de las 22 naciones que forman parte de la Agencia Espacial Europea (ESA) se enfrentan hoy jueves a la toma las decisiones programáticas y, sobre todo económicas, para aprobar y dotar de fondos nuevas iniciativas espaciales.
El Consejo Ministerial bautizado Space19+, el más alto foro de toma de decisiones sobre las prioridades estratégicas y económicas de la Agencia Espacial Europea (ESA), culminará hoy jueves a puerta cerrada en la capital de Andalucía.
Los máximos responsable europeos del espacio deben acordar y aprobar hoy un presupuesto global para los próximos 3 a 5 años “cercano a los 14.300 millones de euros”, según Jan Woerner, director general de la Agencia, lo que representa un 5% más que el aprobado en diciembre de 2016, en la anterior reunión ministerial celebrada en Lucerna (Suiza).
Bajo la presidencia conjunta de Frédérique Vidal y Manuel Heitor, los ministros de Enseñanza Superior de Francia y Portugal, respectivamente, entre las decisiones a tomar en firme está la de sellar una alianza con la NASA para participar de modo significativo en sus programas de exploración Lunar Gateway y Artemisa.
El primero consiste en construir una estación espacial que orbite alrededor de la Luna y sirva de base de partida para futuras misiones lunares. Por el momento, la ESA aporta el módulo de servicio para la cápsula tripulada norteamericana Orión, pero las expectativas europeas son tener una mayor colaboración con Estados Unidos en la exploración in situ de la Luna.
Lunar Gateway también se contempla como un buen punto de partida para preparar el asalto de Marte. Pero antes los científicos se plantean traer a la Tierra muestras del Planeta Rojo con la misión conjunta NASA-ESA denominada Mars Sample Return y determinar si existen o han existido formas de vida en su subsuelo.
Artemisa pretende llevar de nuevo astronautas hasta la superficie de la Luna, incluidas mujeres, en el entorno de 2024 y Woerner aspira a que citado regreso de la NASA a la Luna se lleve a cabo “con la participación de la ESA”.
Para varios países europeos, entre ellos Francia, Alemania, Italia e incluso España, resulta de gran importancia aportar más dinero para culminar la puesta a punto de las infraestructuras del nuevo lanzador Ariane 6 y sus futuras versiones más potentes, un asunto que para Francia es de “máxima prioridad”, asegura la ministra Frédérique Vidal, presente en Sevilla. También resulta prioritario que los ministros aprueben asignar nuevos fondos a la conclusión del lanzador ligero Vega C, cuyo desarrollo está básicamente en manos de la Agencia Espacial Italiana (ASI) y su industria espacial.
Una esfera del espacio que toma auge es el de la seguridad y salvaguarda espacial. Pedro Duque ha asegurado que “es prácticamente seguro” que los ministros van asignar nuevos fondos a los programas ya en marcha “para vigilar de manera permanente” los asteroides que pueden representar un peligro para la Tierra, así como para poner en marcha iniciativas para “reducir los millones de escombros que orbitan alrededor de nuestro planeta y representan un serio peligro para los satélites en órbita”.
Entre los programas que los ministros del viejo continente también deben respaldar se encuentra la contribución de Europa a la Estación Espacial Internacional ‒ISS por sus iniciales en inglés‒, para que continúe funcionando al menos hasta 2024, plazo que ya cuenta con el beneplácito de Estados Unidos y Rusia, principales socios de la estación orbital. Por el momento, las previsiones son que el astronauta francés Thomas Pesquet vuele al complejo orbital “a finales de 2020” en calidad de comandante de la estación y también visite la estación el alemán Matthias Maurer.
En el marco de la colaboración entre la Unión Europea y la ESA se encuentra la segunda generación de satélites Sentinel del programa de vigilancia medioambiental y la seguridad Copernicus y de navegación vía satélite Galileo, dos iniciativas de Bruselas cuya gestión técnica asume la Agencia. Consistiría en poner a punto alrededor de medio centenar de avanzadas plataformas espaciales que supondrán una relevante inyección económica para las industrias espaciales europeas.
De la ESA forman parte Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumanía, Suecia y Suiza. Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Letonia y Lituania están asociados en calidad de “estados europeos colaborados” mientras que Canadá mantiene un acuerdo de cooperación con la Agencia europea.
