Por: Jesús Benitez
Se podría decir que para el Festival Aéreo de Motril y en consecuencia para todos, éste año ha sido un premio a la constancia. Ya de por sí el 10 es una cifra que tiene una motivación e importancia extra y eso ha llevado a lograr una parrilla y por lo tanto un espectáculo diferente y cargado de novedades. La última vez que este Airshow tuvo un reactor entre sus participantes fue en el año 2008 gracias a dos AV-8 Harrier de la 9ª Escuadrilla de La Armada. Desde entonces, la participación de Motril la han formado aeronaves de aviación general y de Estado, (Guardia Civil, SASEMAR, DGT, etc…). Desde luego eso no significa que lo desmerezcan, pero sí es cierto que había llegado a un punto en el que era necesario introducir aviones de más peso y repercusión. Y así ha sido. Por primera vez en la historia de este Festival, se ha contado con la élite del Ejército del Aire: La Patrulla Águila. Que además ha coincidido con su 30º Aniversario y estreno de tabla de ejercicios para esta temporada 2015. Por parte francesa, la participación vino de la mano, otro años más, (es el tercero que asisten), de los sensacionales Cartouche Doré y sus tres aviones Socata TB-30 Epsilon. Y por primera vez en España y en exclusiva, el increíble F-16 Solo Türk.
EL FESTIVAL
Ya desde primera hora de la mañana del sábado, daban comienzo los entrenamientos de los equipos y patrullas sobre la playa dando así la oportunidad al público de presenciar y hacerse a la idea de lo que les esperaba al día siguiente. También, y como novedad, ya que es la primera vez que se hace en este Festival, este año tuvo como aliciente el hecho de que la Patrulla Águila estuvo por la tarde en un acto de firmas y entrega de carteles para todo aquel que quisiera acercarse. Era imposible que pasaran desapercibidos y por dicha actividad, que duró unas dos horas, pasaron más de 200 personas, en su mayoría niños que no querían perderse la dedicatoria de sus ídolos del aire y hacerse fotos con ellos.
El domingo, a eso de las 11:30h dio comienzo el Festival, que este año ha tenido el eje de exhibición en Playa Poniente y siendo el X y con un cartel de lujo, podemos decir que la participación fue una vez más todo un éxito con más de 50.000 personas asistentes según fuentes oficiales. Una vez en la playa, el público pudo acercarse a la primera aeronave en llegar y también verla cerca y por dentro. Nos referimos al Eurocopter EC-135 de la Guardia Civil que puso su helicóptero en exposición estática.
La primera etapa del Festival estuvo protagonizada por las aeronaves de Aviación General. El primero de la parrilla, fue todo un veterano de este Airshow, el Robinson R-44 de Tropicopter que, este año y de forma especial, abrió con las banderas de España y de Motril, algo que también es la primera vez que se hace en este evento. Las Piper PA-28 del Real Aeroclub de Málaga, la Formación Bücker, con tres aviones CASA Bücker 1-131E Jungmann y el Campeón del Mundo de Vuelo Acrobático Jorge Macías y su Staudacher S-300E fueron los que pusieron la representación de la Aviación General e Histórica.
Tras un gran “aperitivo aeronáutico” llegó el momento del primer plato fuerte y es que les tocaba el turno a la patrulla acrobática francesa Cartouche Doré. Dicha patrulla está formada por pilotos de combate del Armée de l’air y que son instructores del EPAA, la Escuela de Vuelo de la Fuerza Aérea Francesa, (equivalente al AGA en España). El Jefe es el Comandante Blanquer Wilfrid, con 2.800 horas de vuelo y el avión utilizado es la Socata TB-30 Epsilon.
Un avión básico de instrucción y de construcción francesa que está en la Patrulla desde que ésta se fundara el 2 de junio de 1989. El vuelo de los Cartouche se caracteriza por su precisión en las maniobras, tanto es así que en ocasiones hay virajes en los que no se distinguen los tres aviones, pareciendo que sólo hay uno. Al son de la música, para el espectador todo esto en su conjunto hace que se cobre un interés especial por ver a estos aviadores y sus máquinas ya que es un espectáculo garantizado.
Y por primera vez en España, uno de los que se podría considerar un premio para todos, (organización y espectadores), el primer reactor tras seis años de silencio en los cielos de Motril, el F-16C Solo Türk de la Fuerza Aérea Turca y que hizo una demostración estelar.
La espectacularidad de su vuelo no es solo por las cualidades naturales de un avión de caza, (maniobrabilidad y rapidez), sino también por la calidad del humo blanco, que permite ayudar visualmente a seguir las maniobras y las bengalas que simulan las contramedidas antimisiles.
Tras el turco, y para recuperar el oxígeno, fue el AW-139 de SASEMAR, (Salvamento Marítimo), el que tuvo el turno haciendo un ejercicio de rescate junto a las embarcaciones de Salvamento, que demostraron una vez más la tremenda preparación requerida para las situaciones reales.
Tocando el final: Un Festival Aéreo como el de Motril, que ya es referencia en Europa, que es Internacional y que ha cumplido su X Edición, no podía terminar de cualquier forma… qué mejor manera que con lo mejor del Ejército del Aire, con la élite, con la Patrulla Águila. 45 minutos de una extraordinaria exhibición que no dejaron indiferente a nadie con sus espectaculares maniobras, giros, pasadas, toneles, y cómo no, con la bandera española en los cielos de Motril.
En conclusión, ya sea por la motivación extra de ser el X, por la experiencia de los años o por el motivo que sea, el de 2015, ha sido si no el mejor, de lo mejor en festivales aéreos en mucho tiempo por muchos motivos, parrilla de participantes, organización, seguridad, etc, y no puedo decir otra cosa que FELICITAR a la A.A.A.O y a todas las personas que han hecho posible este fantástico espectáculo aéreo por lo magníficamente que ha salido todo y por la alta calidad del evento.
Felicidades Motril y hasta el año que viene.