12-09-2023
La aeronave no tripulada voló desde la península de Lizard hasta la cubierta del HMS Prince of Wales, frente a la costa de Cornualles, entregó suministros y regresó en un vuelo que marca un hito y señala el camino hacia el futuro de la aviación naval.

Las pruebas allanan el camino para sustituir a los helicópteros tradicionales en tareas rutinarias como el transporte de suministros en un grupo de trabajo.
Se trata de un paso fundamental en el camino hacia la utilización segura de aeronaves sin tripulación junto con los reactores F-35 Lightning y los helicópteros navales Merlin y Wildcat, que actualmente constituyen la columna vertebral del Fleet Air Arm
El objetivo es desplegar en el futuro aviones no tripulados en un Grupo de Ataque de Portaaviones del Reino Unido para trasladar suministros y provisiones -como correo o piezas de repuesto- de un buque a otro, sin necesidad de lanzar helicópteros.

Los sistemas no tripulados son más baratos de operar, eliminan cualquier riesgo potencial para la tripulación -por ejemplo, en condiciones meteorológicas adversas- y dejan libres a los Merlin y Wildcat de alta tecnología para misiones operativas, como la caza de submarinos o buques de superficie hostiles que supongan una amenaza para el grupo de ataque del portaaviones.
Las pruebas ahora realizadas son muy importantes, ya que se trata de una aeronave sin piloto mucho más grande (diez metros de envergadura) y capaz. La Royal Navy ha unido sus fuerzas a W Autonomous Systems, una empresa británica puntera con sede en Southampton que está desarrollando drones autónomos de largo alcance y gran capacidad de carga para defensa.
Los drones incorporan un innovador sistema de piloto automático que elimina la necesidad de ser controlados a distancia por pilotos entrenados, y están diseñados para operar en los entornos más difíciles. Su avión bimotor HCMC de aleación ligera y doble brazo es capaz de transportar una carga útil de 100 kg hasta 1.000 kilómetros (620 millas).Y lo que es más importante, puede aterrizar en terrenos irregulares y necesita una pista de apenas 150 metros de largo -poco más de la mitad de las cubiertas de vuelo de los portaaviones británicos de la clase Queen Elizabeth- para aterrizar o despegar.
Tras unos exhaustivos preparativos en tierra por parte del equipo combinado de pruebas de la RN y la WAS, y la obtención de los avales y autorizaciones de la Autoridad de Aviación Civil, el dron HCMC despegó de Predannack, el aeródromo satélite de la RNAS Culdrose, y tras un vuelo de unos 20 minutos aterrizó sin contratiempos en la cubierta del HMS Prince of Wales.
Una vez retirada su simbólica carga de recuerdos navales por la tripulación, el avión dio la vuelta y fue relanzado de vuelta a Predannack.