24-07-2023
La aeronave, matriculada VH-ZNN y nombrada como «Snowy River», aterrizó en el aeropuerto de Melbourne, Australia, procedente en vuelo directo del aeropuerto internacional Paine Field de Seattle, USA.
Según Boeing, Qantas tiene actualmente 14 aviones Boeing 787-9 en su flota, y no queda ningún pedido pendiente de entrega de este tipo de avión.
Airbus aún tiene que entregar 29 aviones A220, 45 A320neo, 76 A321neo (ocho ya entregados) y 12 A350-1000 a la aerolínea australiana. Alguno de los A321neo serán operados por la filial de bajo coste del grupo, Jetstar.
A lo largo de los años, Qantas ha realizado varios pedidos de Boeing 787, por un total de 76 aviones entre marzo de 2006 y mayo de 2018. En marzo de 2006, la aerolínea australiana encargó 27 787-8 y 18 787-9, a los que añadió otros 20 787-9 en noviembre de 2007. Qantas encargó además cinco 787-9 en octubre de 2015 y seis en mayo de 2018, según los archivos de Pedidos y Entregas de Boeing a 30 de junio de 2023.
Durante el COVID-19, la aerolínea australiana suspendió las entregas de todos los aviones, por lo que Boeing no ha completado hasta ahora el pedido de 14 unidades pendientes. La última entrega de un nuevo avión a Qantas antes de la pandemia fue el 19 de diciembre de 2019, y el fabricante de aviones reanudará el envío de nuevos fuselajes a la aerolínea el 29 de abril de 2023.
Jetstar recibió 11 Boeing 787-8 entre septiembre de 2013 y septiembre de 2015.
Durante su Día del Inversor, celebrado el 5 de mayo de 2023, la aerolínea australiana destacó que el Boeing 787-9 permite realizar rutas punto a punto, lo que le permitirá obtener beneficios en sus rutas al aeropuerto londinense de Heathrow. Qantas afirmó que el Dreamliner es un «avión transformador» para las operaciones de largo recorrido.
Qantas espera que Airbus entregue los A350-1000, dedicados a los vuelos de ultralarga distancia del Project Sunrise, entre el FY2026 (que comienza el 1 de julio de 2025) y el FY2028 (que finaliza el 31 de junio de 2028). El Proyecto Sunrise permitirá a Qantas conectar Sídney (Australia) con Londres (Reino Unido) y Nueva York (Estados Unidos).
