Por: Gabriel Cortina
La mejora de las capacidades operativas de las fuerzas armadas se manifiesta en la evolución de las radiocomunicaciones militares, incluidas las aeronáuticas. La adaptación a los nuevos desafíos implica aprovechar las tecnologías más punteras para garantizar la protección y favorecer la estrategia en cualquier escenario de combate. Las radios PR4G, por ejemplo, son un icono en nuestras unidades, un producto que, desde décadas, es ejemplo de estos continuos desafíos.
Hoy en día, el reto tecnológico es la digitalización software porque responde a la obligada transformación digital de los ejércitos. Lo más importante es que el desarrollo de estas radios proporciona la capacidad de red táctica conjunta que se necesita para el combate colaborativo en tiempo real. Como la tendencia es a planificar operaciones conjuntas, la digitalización debe facilitar la combinación óptima de altas velocidades de datos, seguridad, integridad y confidencialidad. El reto para los desarrolladores será, por lo tanto, ofrecer tecnologías que cumplan, además, con los últimos estándares de OTAN y aquellos exigidos en las coaliciones internacionales, y que garantice su operatividad en misiones de apoyo de combate cercano (CAS).
Desde el punto de vista del interés aeronáutico, las versiones aerotransportadas deben estar diseñadas tanto para comunicaciones aire-aire como aire-tierra (y tierra-mar), dentro de una red táctica conjunta. Una característica esencial de toda radio definida por software es la librería de formas de onda que pueda proporcionar al usuario. Desde el punto de vista de la soberanía de las comunicaciones, deben contar con un chip de cifrado programable por el cliente. De esa forma, lo perfecto es que pueda manejar información OTAN, tanto de difusión limitada como secreta, empleando –por ejemplo-, un cifrador opcional integrable crypto appliqué.
Otra exigencia de la digitalización software es que deben mantener la interoperabilidad con los medios actuales de las unidades –teniendo en cuenta el presupuesto limitado-, así como un nuevo conjunto de formas de onda avanzadas. ¿Por qué motivo? Porque las características del combate colaborativo implican dos variables; primero, la superioridad de la información exigida en alcance, rendimiento y seguridad; y segundo, por la difusión de información en tiempo oportuno, orientado a toma de decisiones, a través de lo que la doctrina denomina como “intercambios geográficos y transversales”.
En las maniobras del combate conjunto es esencial el papel de las intercambios transversales de información aire-tierra para dar el apoyo aéreo adecuado a la misión a su tiempo, así como la forma de onda específica aérea, para misiones intraflight. Cabe señalar que, hasta la fecha, el único sistema de este tipo en el mercado es el sistema SYNAPS (Thales), lo que representa un gran avance en las comunicaciones de radio para las fuerzas armadas. Este producto es llamativo porque está diseñado como un sistema radio “tri-servicio” que conecta a los tres ejércitos de tierra aire y armada, rompiendo los silos de comunicación.
Un punto a destacar, como singular avance tecnológico, es que están capacitadas para soportar futuras formas de onda de coalición que vaya apareciendo en un futuro. Este tipo de radios serán de gran utilidad para la fuerza aérea y confirman los tres retos tecnológicos de la digitalización software: seguridad, conectividad y velocidad.