02-08-2020
La demostración tuvo lugar en los campos de tiro del ejército en Salisbury Plain, Wiltshire, en el Reino Unido, y contó con un helicóptero tripulado y un dron semiautónomo, que trabajaron juntos para identificar objetivos potenciales en una zona designada.
Un operador a bordo del helicóptero pudo cambiar entre la supervisión de las imágenes enviadas por las cámaras del dron y permitirle operar de forma independiente, buscando e identificando por sí mismo los objetivos potenciales, alertando al operador sólo cuando se requería una decisión.
Este ensayo estuvo financiada por el Departamento de Investigación y Experimentación del Cuartel General del Ejército, utilizando el marco de competencia del Acelerador de Defensa y Seguridad (DASA) y será entregado por el Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Defensa (Dstl) al Ejército Británico en septiembre como parte del Experimento de Combate del Ejército 2019 (AWE19).
El éxito de la demostración fue particularmente detallado dado que se realizó durante un período de importantes limitaciones debido a la epidemia del Covid-19.
Las mejoras en la robótica y en las tecnologías de sistemas autónomos, combinadas con la necesidad de mejorar el efecto militar, ha llevado a las fuerzas armadas a la conclusión de que los equipos compuestos tanto por humanos como por máquinas son una parte esencial de la forma en que los ejércitos deben operar en el futuro. Como parte de ese proceso, muchos países están invirtiendo en una mejor comprensión de la forma en que esa combinación funciona mejor y en la manera de garantizar que esos equipos puedan utilizarse con seguridad y con garantías en entornos reales.
