15-03-2023
Tres meses después de que se produjese el accidente de un F-35 al intentar aterrizar en un portaaviones, las entregas de los nuevos aparatos se reanudan según anunció la Oficina del Programa Conjunto (JPO) con el primer avión destinado a las Fuerzas Aéreas estadounidenses.

La entrega se produce ocho días después de que Lockheed recibiera autorización para reanudar las operaciones de vuelo del F-35, tras el desarrollo por parte de Pratt & Whitney de una solución técnica para resolver los problemas de resonancia armónica de sus motores F135, descubiertos tras el accidente.
La JPO no ha dicho cuántos aviones o motores se vieron afectados por el problema, pero Lockheed y Pratt han dicho que se hicieron cambios en la producción para evitar el problema. Se emitió una orden técnica a nivel de flota para que todos los F-35 fueran inspeccionados y se les aplicara una corrección. Pratt reanudó las entregas de motores F135 el 2 de marzo.
Pratt ha afirmado que el problema de la resonancia armónica es un fenómeno bien entendido y que sólo se manifestó después de más de 600.000 horas de vuelo en la flota de F135.
La investigación del Mando de Sistemas Aéreos Navales sobre la causa del accidente de diciembre aún no ha concluido. Ni NAVAIR ni la JPO han indicado que el problema de la resonancia armónica fuera la causa del accidente, que se produjo cuando el F-35B, en modo de vuelo vertical, se precipitó contra la pista de aterrizaje de Lockheed en Fort Worth, Texas, desde una altitud de menos de 15 metros.
Según ha dicho la JPO, «La Agencia de Gestión de Contratos de Defensa y la Oficina del Programa Conjunto F-35 reanudaron hoy la aceptación de los aviones F-35 de Lockheed Martin y actualmente están trabajando con los servicios estadounidenses, las naciones asociadas y los clientes de ventas militares extranjeras en el movimiento de los aviones a sus unidades operativas. Antes de su aceptación, las aeronaves han superado exhaustivas comprobaciones técnicas y de aptitud para el vuelo que garantizan su preparación para el uso operativo.»
Lockheed Martin había completado, pero no entregado, 26 aviones durante el tiempo que estuvo en vigor la retención de entregas. Desde la semana pasada, estas aeronaves ya están autorizadas a volar y han sido sometidas al proceso DD250, que implica una serie de pruebas de vuelo para garantizar que las aeronaves son seguras para volar y documentar cualquier deficiencia.