19-03-2021
El Programa de avión europeo de combate de sexta generación FCAS (Future Combat Air System) sigue teniendo problemas para avanzar entre sus socios por las dificultades encontradas en el desarrollo del programa.
Antoine Bouvier, Director de Estrategia, Fusiones y Adquisiciones y Asuntos Públicos de Airbus, ha dicho que «Una industria de defensa es fundamental para Europa y si el programa FCAS no avanza pronto, puede que Alemania se decante por los fabricantes estadounidenses y el programa estaría entonces en riesgo.»
Además, el propio Airbus se queja de la posición dominante de Dassault, de la que dice que no debería más que arbitrar las decisiones de los socios del programa y no controlar y decidir todo lo que ocurre. Dirk Hoke, director general de Airbus Defense and Space, dijo que era necesario apaciguar los ánimos y poner fin a las controversias que contaminan el debate.
Todo esto ocurre después de que la Comisión de Asuntos Exteriores, Defensa y Fuerzas Armadas del Senado francés se reuniese con dos ejecutivos de Airbus a principios de esta semana.
Como parte del reparto nuclear de la OTAN, Alemania tiene que reemplazar la envejecida flota de Panavia Tornado que actualmente posee, y Berlín anunció que encargaría 30 F/A-18 Super Hornets por su capacidad nuclear y 15 de la variante para guerra electrónica, el EA-18G Growler. Sin embargo, el contrato aún no se ha firmado.
Si el FCAS fracasara, Alemania podría decidirse a adquirir el F-35 de Lockheed Martin, lo que fijaría la hegemonía de los fabricantes estadounidenses entre las fuerzas aéreas europeas.