Por: Carlos S. Sánchez
No estamos descubriendo nada si decimos que la seguridad en aviación es un tema importante y necesario, pero, a pesar de esto, da la sensación de que, en general, todavía no hay una concienciación generalizada sobre lo importante que es participar en ella.
Por ello, y como introducción al artículo, invitaría a los lectores (profesionales de la aviación) a hacerse las siguientes preguntas:
¿Conozco mi papel en relación a la seguridad en mi empresa?
¿Aporto mejoras de seguridad?
¿Soy capaz de reportar un error propio?
¿Me siento protegido en caso de reportar?
La respuesta a estas preguntas nos debería llevar a saber si realmente estamos comprometidos con la seguridad y disponemos de la madurez y el conocimiento suficiente respecto a este tema tan importante.
Evolución histórica
La seguridad en aviación ha evolucionado, históricamente, como uno de los sectores donde más mejoras se han implementado, lo que le ha permitido convertirse en el transporte más seguro.
Cierto es que dicha evolución ha sido provocada, principalmente, por el análisis y búsqueda de soluciones tras graves accidentes aéreos (léase accidente de Tenerife Norte – Los Rodeos, eventos ocurridos en USA el 11-S, accidente de Germanwings, etc), pero, con el paso de los años, se estableció un compromiso, por las Autoridades, para trabajar la seguridad como un elemento preventivo y proactivo, que ayudara a anticiparnos a eventos y no esperar a que ocurrieran para analizar posibles mejoras.
Esta evolución, también vino influida por el origen de los accidentes aéreos, que desde aquellos provocados por la fiabilidad de las máquinas (tecnología no desarrollada), pasando por los provocados por la adaptación del hombre a la máquina (mejoró la tecnología, pero no tanto la formación del personal), hasta los más actuales, en los que el error humano tiene como origen múltiples factores (fatiga, factores organizacionales, etc) ha sufrido cambios de estrategia para mejorar.
SMS
La implantación del Sistema de Gestión de Seguridad Operacional, o SMS (en inglés Safety Management System) forzó a Autoridades y empresas a establecer sistemas de trabajo que ayudaran a mejorar una, ya de por sí avanzada, seguridad.
La idea era/es aparentemente buena, ya que permitía protocolizar una serie de tareas que, en conjunto, deberían ayudar a mejorar dicha seguridad.
Tareas internas como:
- Analizar riesgos potenciales (nuevas flotas, nuevas operativas, cambios organizativos, etc). Preventivo.
- Realizar reuniones y charlas de seguridad – Proactivo / Preventivo.
- Crear comunicaciones de seguridad para concienciar sobre ciertos peligros y riesgos – Preventivo / Proactivo.
- Realizar auditorías de seguridad (día a día) – Proactivo.
- Analizar datos FDM (descarga de datos de vuelos realizados para detectar desviaciones o riesgos para la seguridad) – Proactivo.
- Intercambiar información entre operadores, o entre operadores y Autoridad – Proactivo / Preventivo.
- Analizar reportes de seguridad – Proactivo / Reactivo.
El resultado de estas tareas nos permite generar barreras de protección (defensas) para evitar que ocurran sucesos de seguridad, o, si ocurren, que se reduzca el nivel de riesgo.
El análisis de esas tareas, en el día a día de las empresas, junto con los resultados obtenidos, nos permite medir la madurez de dicha empresa en relación a la seguridad, pero, ¿acaba todo aquí? No.
Si nos fijamos en el último punto de las tareas, vemos “analizar reportes de seguridad”. Es aquí donde nuestro papel es realmente importante.
¿Por qué es importante reportar?
En función del tamaño de empresa, tipo de flota que utiliza, tipo de operación que desarrolla, e, incluso, la disponibilidad de recursos, el departamento de Seguridad Operacional (SMS) podrá llevar a cabo las tareas nombradas anteriormente, de una manera más efectiva o menos, y contará con más o menos información para trabajar en mejoras.
Uno de los principales puntos que tienen todas las empresas que disponen de un Sistema de Gestión de Seguridad (SMS) es el reporte, y, por tanto, se debe fomentar su uso.
Respecto al reporte, hay que hacer una diferenciación:
- Por una parte están los reportes que debemos realizar de manera obligatoria (establecidos en la Normativa, Manuales de Operaciones, etc), que se refieren a eventos que hay que informar a la Autoridad, dentro de un plazo estipulado.
- Por otra parte, tenemos aquellos reportes, que no es obligatorio que hagamos, sino recomendable.
Estos últimos reportes se refieren a aquellos eventos en los que, sin contener sucesos que nos obliguen a reportar, sí que debemos considerar que sería importante informar a nuestra compañía.
Respecto al remitente del reporte, también existe una diferenciación entre:
- Personal que sólo reporta eventos de carácter obligatorio (menor madurez y compromiso con el SMS).
- Personal que reporta cualquier evento (obligatorio o no), incluso referido a errores propios, ya que busca mejorar a nivel individual o mejoras en la empresa. Este tipo de remitentes demuestra un alto compromiso con la seguridad y una gran madurez profesional.
Ahora te toca responder a ti, ¿qué tipo de profesional quieres ser?
¿Qué conseguimos al reportar?
Como personal aeronáutico, al reportar un objetivo, principalmente:
Informar a la compañía sobre un problema de seguridad que ha ocurrido ya o que podría ocurrir.
Esa información que, en ocasiones, no se podría conseguir de otra forma, es de vital importancia para que el Sistema de Gestión de Seguridad de la empresa para la que trabajamos, pueda gestionarla y mejorar en el futuro.
Si nosotros no reportamos la empresa está “ciega” respecto a problemas de seguridad que puedan estar latentes en nuestras operaciones, y da lugar a crear una “falsa realidad”, en la que pensemos que la seguridad es alta.
Proceso de trabajo.
Cuando el departamento de Seguridad recibe el reporte, lo primero que va a extraer del mismo es la información que realmente interesa:
- ¿Qué ha ocurrido?
- ¿Cuándo ha ocurrido?
- ¿Por qué ha ocurrido?
- ¿Qué habría que hacer para que no ocurriera más?
Estas son las preguntas que, habitualmente, nos hacemos en el tratamiento de la información reportada.
A partir de ahí, el departamento de Seguridad de forma autónoma o junto con otros departamentos, establecerá una serie de medidas, que pueden ir desde un seguimiento de eventos similares, un archivo a efectos estadísticos, una investigación (casos medios – graves) o el establecimiento de medidas para que no vuelva a ocurrir (cambios en procedimientos, realización de entrenamientos para mejorar, etc)
Mejora continua.
La información contenida en este artículo, de manera resumida, forma parte de un sistema global de trabajo que tiene como fin la mejora continua en nuestro trabajo diario.
Tanto la parte relativa a la seguridad operacional, como la referida al cumplimiento normativo (Control de Conformidad / Control de cumplimiento) monitorizan y gestionan la corrección de todos aquellos aspectos que lo requieran. Este trabajo se realiza en conjunto con cada departamento afectado (operaciones vuelo, entrenamiento, operaciones tierra, mantenimiento, etc).
Los Responsables de SMS y Control de Conformidad, junto con sus equipos, ejercen un trabajo similar a un “Gran Hermano”, que ayuda a conseguir esta mejora. Dentro de los procesos que se realizan se pueden listar los siguientes:
- Auditorías internas y/o externas.
- Encuestas de seguridad / calidad.
- Evaluaciones internas.
- Análisis de indicadores / cumplimiento de objetivos.
Con la mejora continua buscamos no sólo una compañía segura, sino eficiente y optimizada, con un equipo de Gestión comprometido y con una política y objetivos con los más altos estándares de seguridad y calidad.