Semana de emoción – Aviación de pasión

Por: Javier Aparicio de Arriba.

La Semana Santa, es una semana de piedad, de grandes celebraciones, de numerosos pasos y también de procesiones y demostraciones de emoción. Pasión.

En Sevilla esta semana se vive muy intensamente. Familias, amigos, compañeros, la ciudad entera. Todos ellos dedican el esfuerzo de un año en dar rienda suelta a la ilusión por rendir homenaje a estas pasiones.

 

 

Este año ha sido muy especial para el Real Aeroclub de Sevilla. En realidad, ha sido único. En honor al 5º Centenario de la Primera Vuelta al Mundo, y coincidiendo con esta conmemoración religiosa, se dio lugar a nuestra conmemoración aérea.

En procesión de aeronaves se rindió debido homenaje a aquellos que hace cinco centurias se lanzaron a la aventura de surcar los mares y océanos con 5 naves hacia el este hasta volver de nuevo al punto de inicio: España.

Largos días fueron esos en los que audaces navegantes marítimos observaron el sucesivo pasar de olas y remolinos en la superficie acuática. No tan largos, pero sí desafiantes, han sido las navegaciones aéreas en las que nuestros pilotos han surcado el medio aéreo encontrando vientos poco amistosos, nubes amenazantes, horizontes vacíos de tierra y la incertidumbre de lo que supone volar con un solo motor por encima del océano. Pasión por volar.

ETAPA 1:  Nuestros estimados compañeros despegaron el día 12 de abril desde San Pablo, nuestro aeropuerto internacional donde siempre nos han prestado fiel apoyo y servicio puntual.

 

 

En menos de 1H ya estaban aterrizando en la Base Naval de Rota.  Allí la Expedición a Canarias y el Real Aeroclub de Sevilla fueron recibidos por la Armada española. Según palabras de uno de nuestros pilotos: “Fue una recepción exquisita por parte de las autoridades y fabulosa, por ir acompañada del vuelo estacionario de un caza Harrier a nuestras espaldas. ¡Qué más se puede pedir!”. Comenzaban a sentirse eufóricos y entusiasmados después de tanto tiempo de trabajo, esfuerzo e ilusión contenida.

 

 

ETAPA 2: El día siguiente amaneció con condiciones visuales. Rugieron de nuevo los motores y fueron enfilando sus aeronaves hacia tierras africanas, cruzando los límites del control aéreo español y realizando comunicaciones en inglés hasta llegar, tras 2H30 de vuelo, a Rabat-Salé, donde fueron recibidos de nuevo con la hospitalidad que caracteriza al pueblo bereber. Se procedió al sellado de visados y a las gestiones aeroportuarias previamente coordinadas.

 

 

Cada año se disfrutan varios saltos aéreos a estas tierras vecinas en los que se comparten experiencias únicas e inolvidables con sus Aeroclubs y así reforzar los lazos con ciudades hermanadas con Sevilla. En este caso nos brindaron el uso de su hangar en el propio aeropuerto. Envidia propia por no tener uno.

 

 

Habiendo acumulado tan sólo 410km y siendo el primer día, se repostó, se comprobó la meteorología y la debida información de ruta y, tras un breve descanso, se prosiguió hacia el siguiente punto: Essaouira. 2H45 para recorrer 520km. Todo iba saliendo según lo planeado.

 

 

Cualquier percance en sólo uno de los aviones o tripulantes implica demoras en el grupo, lo que puede traer como consecuencia la pérdida de los horarios impuestos y el efecto dominó haría estragos en el planeamiento de cada vuelo, en las reservas de hoteles y restauración, en las autorizaciones aeroportuarias y lo que es más crítico en este tipo de eventos: el cumplimiento con las autoridades implicadas, los compromisos adquiridos con la Comisión Nacional de esta Conmemoración, con los medios de comunicación y con las ilusiones de tantas personas involucradas en este proyecto esperando disfrutar de imágenes, vídeos, redes sociales, comentarios y vivencias de nuestros personajes.

 

 

En Essaouira sucedió lo que más se temía: vientos predominantes en cara y visibilidad no asegurada para llegar a Tan Tan, desde donde se pretendía saltar a las Islas Canarias. ¿Lanzar las aeronaves directamente desde Essaouira hasta las Islas desde un punto que no era el más cercano? Audacia. La inesperada opción, tras evaluar la situación y estudiar la ruta, fue convertida en decisión acertada. Sorpresa: en aviación no es la mejor opción. Más tiempo sobre aguas abiertas. Sin margen para los errores, al menos los humanos. Confiaron en el buen hacer del mantenimiento de las aeronaves, la correcta operación y el entrenamiento en este ambiente sobre el océano. – Safety First -.

Debieron ser 3H eternas luchando, entre capas de viento en contra, sin otra visión que el eterno horizonte y rodeados de agua. Realizar una travesía de 260NM no es nada fácil…, sobre todo si no se tiene tierra donde aterrizar en caso de surgir problema alguno. El estudio, valoración y decisión sobre el estado de la meteorología es fundamental. Y un ángel, el Ejército del Aire, puso la pieza de seguridad en el tablero con cobertura SAR durante las últimas 100NM.

 

 

Eso es un gigantesco soplo de aire a favor. Gracias compatriotas, gracias por el trabajo bien hecho, gracias por el servicio siempre ofrecido. “Cotos 11” – Escuchar este indicativo cuando llevas horas sobre el agua sin ver tierra firme y entregando la fe en los instrumentos y las estimadas siempre es reconfortante.

Las tripulaciones llamaron al Aeroclub desde Lanzarote: «Aterrizamos y fuimos conducidos a la plataforma militar donde fuimos agasajados por el personal de la base. Hemos sido tratados como héroes. Se han volcado en atenciones.

ETAPA 3: 15 de abril. Lanzarote – Sta. Cruz de Tenerife – Gran Canaria fue la siguiente etapa de dos tramos a cubrir en un total de 4H30. Las paradisíacas Islas de Lanzarote, Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife se ofrecieron como hibiscos abiertos ante los ojos de los navegantes aéreos al igual que le sucediera antaño a Juan Sebastián Elcano.

 

En esta ocasión se decidió volar protegidos por la costa, en vez de hacer el vuelo directo a mar abierto. De esta manera, se contó durante más tiempo con la protección frente al viento. Se despegó rumbo norte, se sobrevoló La Graciosa, se viró al sur apuntando hacia las costas de Lanzarote y Fuerteventura y desde su extremo sur, a la conquista del Norte de Gran Canaria y su destino final, Tenerife. Esa larga aproximación sí que fue fácil, el impresionante Teide hizo de Faro de Aproximación Final. Una vez en tierra fueron agasajados por los miembros del Real Aeroclub de Tenerife, con quienes se compartió el resto del día.

 

 

A la hora prevista de despegue, Tenerife Norte se mostró acorde a la fama que tiene. Las condiciones meteorológicas de la pista en servicio se degradaban por segundos:

320/18 variable (260-010); 15°C; Humedad 77%; QNH 1021 hPa; +10 km; Cubierto nubes 1700 ft. Una cabecera con techo de nubes a escasos 1000 y la otra pista ya en condiciones IFR.

Se decidió coordinar con la torre un viraje a la izquierda tras el despegue y proceder a viento en cola hacia punto sierra. La intención fue evitar pronto las nubes y seguir el vuelo a baja cota en contacto visual con el terreno. Segundos antes del despegue empezó a llover. La visibilidad por los suelos. Teniendo en cuenta la elevación del aeropuerto (2.000 pies), las condiciones meteorológicas y la falta de familiaridad con la región, estaba claro que el vuelo iba a ser en condiciones marginales.

La primera fase, el despegue. La controladora hizo muy bien su trabajo sacando los aviones entre tráficos comerciales saturando el espacio aéreo. La segunda fase, salir de la zona del aeropuerto. Una vez librado el altiplano del aeropuerto, se comenzó el descenso hacia el mar, siguiendo siempre abiertos entre nubes y terreno, con la intención de darle la vuelta a la isla por el sur. Luego bordear la Gomera en sentido contrario a las agujas del reloj y proceder a Gando como destino final.

La arribada a Las Palmas se hizo en hora punta. Se realizaron unas cinco esperas, pero otra vez los controladores aéreos dejaron constancia de su profesionalidad y buen hacer, ajustando las naves de nuestra flota entre el denso tráfico comercial.

Tras los aterrizajes “los amarillos” dirigieron a las aeronaves hacia  la plataforma militar de los aviones de combate españoles F-18, donde el Ilustrísimo Sr. Coronel y el personal de la base recibieron a los pilotos peninsulares con cariño y afecto. Desde estas líneas se agradece a todos ellos los apoyos y facilidades ofrecidos. El cansancio a estas alturas del evento se iba acumulando.

Esa noche se realizaron varios homenajes, entre ellos se reconoció la hermandad que une al Real Aeroclub de Sevilla con el Aeroclub de Gran Canaria mediante la entrega de una placa.

ETAPA 4: A partir de aquí el regreso. 19 de abril. Gran Canaria – Tenerife Norte en menos de 2H. El mensaje que llega a la sede de Sevilla por parte de las tripulaciones es claro: «Esto está tocando a su fin. Hoy Gando, Lanzarote. El protagonista el viento. Vuelo sobre el mar de nuevo, que se ha convertido ya en cotidiano.

 

 

ETAPA 5: 20 de abril. Pese a los vientos, pese a las largas jornadas acumulando horas de vuelo (vistas con envidia por parte del resto de los pilotos y socios del Aeroclub), pese a los tráficos comerciales que suelen tener prioridad en los aeropuertos, pese a aquellos que pensaban que las largas distancias están solo al alcance de grandes aeronaves y héroes de otros tiempos…, estos pilotos y aeronaves también son capaces. Se han ganado el cielo, que es lo que más nos gusta a los pilotos. Y puesto que ahí arriba es donde mejor se siente el piloto, continuaron esta larga jornada completando dos tramos: Tenerife Norte – Essaouira – Tanger.

 

 

Podrían haber culminado la Expedición en Sevilla, en casa, pero la seguridad durante Semana Santa y el hecho de que Sevilla Internacional tuvo que recepcionar tráficos provenientes de Portugal, por la imposibilidad de éstos de repostar en aeropuertos lusos, hizo que se publicase un NOTAM abortando esta opción.
Fueron en total casi 8H volando en condiciones meteorológicas adversas: lluvias, turbulencias moderadas y mucho viento de cara.

 

 

Tanger los recibió cuando sus aforadores cantaban BINGO. El combustible de nuestras aeronaves tiene una duración aproximada de 4 horas, si bien se depende de la altura, la potencia empleada, el régimen de consumo…, hay que realizar buenos cálculos en tierra y revisarlos en vuelo.

Las condiciones reinantes el recorrido fueron tales que se estuvo volando con 10 grados de morro abajo, una actitud absolutamente inusual. El avión ascendía a cerca de 1000 fpm de variómetro. El cinturón de seguridad hizo su trabajo con cada tripulante.

 

 

ETAPA 6:  Tras conversaciones con el Aeropuerto de Sevilla, y gracias a gestiones rápidas y acertadas, se pudo abrir la ventana de vuelta a Sevilla desde Tánger. Así, el día 21 de abril, tras 1H30 y con tan solo 10 días a las espaldas cruzando tierras españolas y marroquíes, así como aguas internacionales, la Expedición Aérea del Real Aeroclub de Sevilla hizo su llegada al aparcamiento de aviación general del Aeropuerto de Sevilla.

Ya se piensa en la revisión de mantenimiento, el cierre del reporte, envío de agradecimientos y, ¿cómo no?, en la siguiente salida.