Una nueva nave Soyuz MS-23 llega a la ISS para sustituir a la dañada

27-02-2023

La nave Soyuz MS-23 se acopló al módulo Poisk de la estación espacial internacional después de haber sido lanzada dos días antes en un cohete Soyuz-2.1a desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajstán).

Soyuz Ms-2
Captura de NASA TV

Después de que a mediados de diciembre la nave Soyuz MS-22 que estaba acoplada a la estación sufriera una fuga de refrigerante, todos los planes de Roscosmos y la NASA cambiaron por completo al ser imposible la vuelta a la Tierra de la tripulación prevista.

De este modo, la tripulación original de la Soyuz MS-22, formada por Sergey Prokopyev, Dmitri Petelin y Frank Rubio, permanecerá en la estación varios meses más. Roscosmos comunicó que esperaba que la tripulación, que en principio iba a regresar el próximo mes de marzo en la Soyuz MS-22 tras seis meses en la estación, lo hiciera en septiembre en la Soyuz MS-23.

Roscosmos achacó la fuga de la Soyuz MS-22 al impacto de un micro-meteorito, una conclusión que la NASA aceptó a principios de año cuando ambas agencias anunciaron su decisión de lanzar la Soyuz MS-23 sin tripulación. Sin embargo, otra fuga de refrigerante en la nave de carga Progress MS-21 acoplada a la estación, suscitó nuevos interrogantes, especialmente después de que Roscosmos dijera que «influencias externas» parecían haber causado la fuga de la Progress.

Dana Weigel, subdirectora del programa ISS de la NASA, ha dicho, «Es una evaluación en curso. Todavía se está analizando detenidamente toda la información que se tiene sobre la nave espacial para intentar comprender si hay alguna causa común o cualquier otra cosa que pudiera haber sido un factor causante de la fuga de esos dos paneles.»

La investigación se limita a la telemetría de la nave y a las observaciones externas realizadas por las cámaras de la ISS, ya que el módulo de servicio de las naves Progress y Soyuz, donde se produjeron las fugas, no regresa a la Tierra.