14-07-2022
El plan original preveía que el rover, llamado Rosalind Franklin, se lanzara a bordo de un cohete ruso Proton desde el cosmódromo de Baikonur, un emplazamiento en Kazajstán gestionado por Roscosmos y el ejército ruso. Rosalind Franklin también debía aterrizar y desplegarse desde un módulo de aterrizaje ruso llamado Kazachok.
Pero la ESA suspendió la participación rusa en la misión del rover después de que Rusia invadiera Ucrania a finales de febrero. El jefe de la ESA, Josef Aschbacher, acaba de anunciar que la suspensión se convertirá en una terminación.
Aschbacher ha dicho «El Consejo de la ESA me ha encomendado que ponga fin oficialmente a la cooperación actualmente suspendida con Roscosmos en la misión de la plataforma de superficie y el rover ExoMars. Pronto se darán nuevas ideas sobre el camino a seguir con otros socios; los detalles están por llegar»
Esta decisión tiene importantes implicaciones para la misión, por supuesto. Por ejemplo, el lanzamiento de Rosalind Franklin estaba previsto para este mes de septiembre, pero la necesidad de encontrar un nuevo cohete y una nueva plataforma de aterrizaje hacen improbable un despegue antes de 2028, según han declarado los miembros del equipo de la misión. (Marte y la Tierra se alinean adecuadamente para realizar lanzamientos interplanetarios sólo una vez cada 26 meses).
Muchas otras asociaciones espaciales rusas se han deshecho o disuelto como resultado de la actual invasión rusa de Ucrania. Los motores de cohetes rusos ya no se venden a las empresas estadounidenses, por ejemplo, y la empresa francesa Arianespace ya no lanza satélites a la órbita utilizando cohetes Soyuz de fabricación rusa.
La colaboración entre la ESA y Cosmos en el programa ExoMars, de dos fases, ha sido larga. La primera fase del programa se centró en el Orbitador Europeo de Gases Traza (TGO) y el demostrador de aterrizaje Schiaparelli, que se lanzaron hacia el Planeta Rojo a bordo de un cohete ruso Proton desde Baikonur en marzo de 2016.
El TGO llegó sano y salvo a la órbita de Marte y sigue estudiando el planeta en la actualidad. Schiaparelli, cuyo objetivo era probar la tecnología de aterrizaje antes de la llegada del rover ExoMars, se estrelló durante su intento de aterrizaje en octubre de 2016.
