Por: Juan Pons
El Consejo Ministerial de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha acordado en Sevilla su plan “más ambicioso para el futuro de Europa y el conjunto del sector espacial”, ha afirmado el director general de la Agencia, Jan W.oerner
Las previsiones anticipadas por HISPAVIACIÓN respecto a los resultados del Consejo Ministerial de la Agencia Espacial Europea (ESA), no solo se han cumplido sino que han sido “mejor de lo esperado y todo un éxito”.
Así lo ha expresado al término de la cumbre Juan Carlos Cortés, director de Espacio, Grandes Instalaciones y Programas Duales del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y hombre clave para asuntos espaciales de Javier Ponce, director general del CDTI, el organismo sobre el que ha recaído la preparación y organización del evento bautizado Space19+ cuyo anfitrión ha sido el ministro en funciones de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque.
Tras dos días de negociaciones entre las 22 delegaciones de los países miembros de la ESA para concluir los detalles y los flecos pendientes, los ministros y altos responsables de la Europa espacial han ratificado “e incluso aumentado la propuesta formulada”, ha confirmado sonriente el director general de la ESA, el alemán Jan Woerner.
Lo ocurrido en Sevilla es “un ejemplo de la unidad europea en el ámbito espacial”, que han comprometido un total de 14.388 millones de euros para desarrollar en los próximos cinco años un conjunto de importantes programas que mantendrá a la ESA a la cabeza de la ciencia y la tecnología vinculada con la conquista del espacio.
La iniciativa que ha despertado un gran interés entre todos los países de la ESA ha sido la observación de la Tierra y, en concreto, el programa Copernicus de vigilancia y seguridad del medio ambiente terrestre. La propuesta del director general Woerner era obtener 1.400 millones de euros para desarrollar nuevas familias de satélites Sentinel, para supervisar las constantes vitales de nuestro planeta azul. Sin embargo, se han conseguido nada menos que 1.900 millones.
Algo inusitado: sobrepasar la demanda
Para el austriaco Josef Aschbacher, director de Observación de la Tierra, sobrepasar con tal exceso la petición formulada resulta “increíble e impresionante”, pero tiene una explicación. En buena medida se ha debido a los 518 millones puestos encima de la mesa por Thomas Jarzombek, alto cargo del ministerio federal de Economía y cabeza de la delegación alemana.
De este modo, Alemania está en las mejores condiciones para hacerse con buena parte de los contratos derivados de este programa, en el que también tiene “España y sus empresas tienen un especial interés”, ha recalcado el ministro Pedro Duque, ya que la contribución española es de 190,4 millones.
Entre el resto de iniciativas que han recibido luz verde destacan varios programas del ámbito de la exploración espacial robótica y tripulada, situado bajo la dirección del británico David Parker, ex director de la Agencia Espacial del Reino Unido.
En concreto, se han asignado 1.953 millones de euros para cooperar estrechamente con la NASA y asumir de forma conjunta la misión tripulada Artemis a la Luna, principalmente en el envío de astronautas europeos y el desarrollo de sistemas de propulsión para las naves tripuladas norteamericanas Orión, así como para desarrollar las esclusas de interconexión de los módulos del futuro complejo espacial Lunar Gateway.
Los europeos también se han comprometido en firme con la NASA para alcanzar Marte con la compleja misión Mars Simple Return, perforar la superficie del Paneta Rojo, recoger muestras del subsuelo y traerlas a la Tierra para su estudio. España asigna 80 millones a la exploración espacial, de los que 25 millones están orientados a misiones lunares y 43 millones van a misiones marcianas.
En el marco de la Ciencia se han obtenido nada menos que 2.823 millones de euros, lo que recoge un aumento del orden del 10% gracias al tesón del director de esta rama de ESA, el alemán Günther Hasinger. Entre los programas que será posible afrontar se encuentra la constelación de satélites LISA, para detectar las ondas gravitacionales generadas por los agujeros negros. Otra misión relevante es Athena, un avanzado telescopio espacial de rayos X que relevará al XMM-Newton, en el espacio desde 1999.
Seguir invirtiendo en Ariane 6 y Vega-C
El transporte espacial ha estado presidido por la falta de acuerdo en sus primeros momentos. Y es que los vehículos de lanzamiento son un ámbito crítico para las autoridades de París y su Agencia Espacial (CNES), pero también para Berlín y Roma y sus Agencia espaciales, la DLR y la ASI, respectivamente.
Bajo la batuta del director de Transporte Espacial, el suizo Daniel Neuenschwander, intensas negociaciones han logrado finalmente asignar un presupuesto de nada menos que 2.238 euros para proporcionar apoyo económico y financiero a la mejora del proceso productivo del lanzador pesado Ariane 6 ‒liderado por Francia‒, del ligero Vega-C ‒capitaneado por Italia‒y de sus futuras mejoras.
Los amplios recursos de transporte espacial también se emplearán para proseguir los trabajos en el micro lanzador reutilizable automático Space Rider que, promovido por Italia, será el país que financie casi en su totalidad su desarrollo.
Por lo que respecto al área en pleno auge como es la seguridad y protección de las infraestructuras espaciales y terrenas, los ministros han acordado suscribir una asignación de 541 millones de euros. Bajo la dirección del alemán Rolf Densing, una de las misiones que se llevarán a cabo bajo este concepto es Hera, una colaboración con la NASA.
Se trata de una nave espacial que viajará al encuentro del asteroide Didymos que, con anterioridad habrá sido bombardeado por la misión DART de la NASA. La razón de ser de Hera es estudiar los resultados obtenidos por DART y averiguar si con la técnica empleada por la nave norteamericana es posible desviar los asteroides que pueden resultar un peligro para la Tierra.
Los seis mayores inversores de la ESA son Alemania, que aporta 3.294 millones de euros, lo que representa el 22,9 % del presupuesto total de la Agencia. Le sigue Francia, hasta hace unos pocos años en cabeza del ranking, que ha sido relegada al segundo puesto al dedicar 2.664 millones, el 18,5 %.
La tercera posición es para Italia, que contribuye con 2.282 millones (15,9 %), seguida por el Reino Unido con 1.655 (11,5 %) y por España, que ocupa el sexto lugar dela tabla aunque a pesar que el presente año ha incrementado sus contribución de manera sustancial hasta llegar a los 852 millones (5,9 %). España está muy seguida de cerca por Bélgica, con 816 millones (5,7%).