La importancia de la simulación en misiones espaciales

28-07-2021

Desde el principio de la carrera espacial, la agencia del espacio norteamericana NASA ha exigido a sus astronautas la realización de cientos de horas de entrenamiento en simuladores de alta realidad para cada una de las misiones que se han llevado a cabo, por ello, los astronautas de la misión Orion lo hacen en la actualidad para poder volar a la luna en el 2024.

Simulación para la misión Orion
Simulador de la misión Orion recibido en Houston a finales del año 2020. Foto: NASA

Cada uno de los astronautas que formaron parte de los programas Mercury, Gemini y Apolo pasó un tercio o más de su tiempo total de entrenamiento en simuladores para poder tener la seguridad tan necesaria en aquellas primeras misiones suborbitales primero, orbitales después y lunares más tarde. Y muchos de esos vuelos se completaron satisfactoriamente gracias a haber entrenado previamente bastantes situaciones que posteriormente se dieron durante las misiones.

Esa tradición ha continuado con los programas espaciales Space Shuttle, SpaceX, Boeing Starliner y Artemis, de la cual sabemos que los primeros 13 candidatos a astronauta de la NASA para las misiones a la ISS, la Luna y Marte se graduaron el pasado mes de enero en su programa de entrenamiento inicial de dos años de duración habiendo completado su formación con simuladores a escala real y totalmente fiables.

Y aunque el entrenamiento basado en simulación es una parte importante del programa de formación de astronautas de la NASA, son igualmente necesarias otras facetas para que alguien pueda solicitar ser candidato a astronauta.

Pero volviendo a la formación de astronautas en misiones lunares o a la ISS de la NASA, el candidato debe completar con éxito un riguroso programa de entrenamiento básico de dos años antes de ser seleccionado como astronauta y poder ser asignado a programas de entrenamiento especializado, y luego continuar con la formación específica para cada misión de vuelo espacial a la que hayan sido asignados.

Entre los entrenamientos a los que se deben someter los astronautas asignados, destaca por ejemplo el llevado a cabo en las misiones SpaceX Crew Dragon y las próximas Artemis, ya que incluyen un amerizaje de retorno en el océano, el cual se debe practicar igualmente que la propia misión. Y estas simulaciones igualmente se realizan más de una vez antes del vuelo.

Artemis amerizaje
Cápsula Artemis en una simulación de amerizaje en el océano. Foto: NASA

Tal vez lo último en simulación espacial sea, la Realidad Virtual (VR), con la que se puede incluso, practicar actividades extravehiculares como paseos espaciales y manipulación de brazos robóticos de naves espaciales. Otra de las técnicas que los astronautas deben conocer a la perfección antes de subirse incluso, en la nave espacial en la que vayan a ir al espacio.

Actualmente la NASA utiliza también el Simulador de Movimiento Vertical (VMS), considerado como el mayor simulador de vuelo en movimiento del mundo.

El VMS se diseñó originalmente para ayudar en la investigación en el desarrollo de nuevos conceptos de aeronaves experimentales, como por ejemplo, en la aeronave X-59 Quiet Supersonic Technology de la NASA. También se ha empleado para simular conceptos anteriores de aterrizaje lunar, como el Altair, y maniobras de acoplamiento de vehículos con la Estación Espacial Internacional (ISS). El VMS se encuentra en el Centro de Investigación Ames, en Moffett Field (California).

En el mes de abril del pasado año 2020, la NASA seleccionó a tres empresas para diseñar y desarrollar el HLS Artemis (aterrizador lunar). Son Blue Origin, Dynetics y SpaceX. Y todas ellas probarán en el VMS la capacidad de manejo de sus prototipos de módulo de aterrizaje no sólo para el aterrizaje lunar, sino también para las maniobras de acoplamiento orbital y de reentrada en la atmósfera.

Los astronautas del programa Artemis emplearán ese módulo de aterrizaje para simular aterrizajes lunares y otras maniobras muchas veces antes del lanzamiento real del vehículo espacial.

Con los nuevos viajes suborbitales que ya algunas empresas han emprendido, la industria de los vuelos espaciales depende más que nunca de los simuladores y de la simulación como factores clave para el éxito y la seguridad de los propios vuelos y por supuesto de las tripulaciones y de los astronautas.

Jeff Bezzos durante su reciente vuelo suborbital a bordo de su cápsula New Shepard

Con todo ello, queda claro que los simuladores, el tiempo invertido en la formación de astronautas en los simuladores de vuelo espacial y la seguridad que proporcionan estos mecanismos, son esenciales en todas y cada unas de las misiones que llevarán astronautas a la Luna, a la ISS y en un futuro cercano, a Marte.