11-12-2022
Cincuenta años después de que la última misión lunar Apolo 17 aterrizara en la superficie lunar, finaliza el histórico vuelo de la misión Artemis I con su vuelo de ida y regreso a nuestro satélite al amerizar en las aguas del Océano Pacífico con completo éxito.
La nave Orión amerizó frente a la costa de Baja California poniendo fin al vuelo de prueba sin tripulación Artemis I, de 25 días de duración. El amerizaje tuvo lugar cerca de las fuerzas de recuperación lideradas por el USS Portland, que transportará la cápsula de vuelta al puerto de San Diego, California.
Después de que el Módulo de Servicio Europeo se separara, la cápsula de la tripulación Orión realizó una reentrada descendiendo primero a una altitud de unos 60 kilómetros, para luego ascender a unos 90 kilómetros antes de completar el resto del descenso. Esta maniobra está diseñada para reducir las fuerzas g en la nave espacial y permite una mayor flexibilidad en la selección del lugar de aterrizaje. A esta maniobra se la conoce como «reentrada de salto».
Completar con éxito la reentrada a velocidades de retorno lunar de hasta 40.000 kilómetros por hora era el principal objetivo de la misión Artemis 1, ya que no había otra forma de probar el sistema de protección térmica de la nave.
Tras el amerizaje, la NASA tenía previsto dejar la cápsula en el agua y encendida durante dos horas para realizar una prueba de «remojo» y ver cómo la cápsula soportaba el calor de la reentrada. A continuación, los equipos remolcarán la cápsula con lanchas a la cubierta del USS Portland, donde se fijará en una cuna y se vaciará la cubierta antes de dirigirse a San Diego.
Orión voló junto a la Luna el 21 de noviembre, pasando a unos 130 kilómetros por encima de la superficie mientras realizaba una maniobra para enviar la nave espacial hacia una órbita retrógrada distante alrededor de la Luna. Orión entró en esa órbita el 25 de noviembre, partió el 1 de diciembre y realizó otro sobrevuelo lunar y una maniobra el 5 de diciembre que puso a la nave en rumbo de regreso a la Tierra.
En su distancia más lejana durante la misión, Orión viajó a casi 435.000 kilómetros de nuestro planeta.
El Administrador de la NASA Bill Nelson, ha dicho, «Desde el lanzamiento del cohete más potente del mundo hasta el excepcional viaje alrededor de la Luna y de vuelta a la Tierra, esta prueba de vuelo es un gran paso adelante en la Generación Artemis de exploración lunar. No sería posible sin el increíble equipo de la NASA. Durante años, miles de personas se han volcado en esta misión, que está inspirando al mundo a trabajar juntos para alcanzar costas cósmicas vírgenes. Hoy es una gran victoria para la NASA, Estados Unidos, nuestros socios internacionales y toda la humanidad.»
