07-12-2016
Seis semanas antes de su toma de posesión, el Presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, había solicitado la cancelación del programa de la USAF para reemplazar los dos Boeing VC-25A que llevan en servicio 25 años, por un avión de última generación derivado del B747-8.
El Presidente Trump, publicó en su cuenta de twitter el pasado 6 de diciembre: «Boeing está construyendo un nuevo 747 Air Force One para futuros presidentes, pero los costes están fuera de control…Orden de cancelación!».
Trump añadió que los costes han ascendido a más de $4000 millones para completar el programa VC-25A, el cual se ha identificado en los documentos de presupuesto de la USAF como «recapitalización del avión presidencial».
Los documentos publicados el pasado mes de febrero, del presupuesto de la USAF, indican un gasto planificado de $3.300 millones desde el año fiscal 2015 hasta el 2021 para adquirir y modificar dos B747-8 para la misión de transporte presidencial.
Además de la configuración VIP interior, el Air Force One requiere para su misión, varias modificaciones militares, incluyendo un paquete avanzado de comunicaciones, protección mejorada nuclear y sistemas defensivos.
